Los trabajadores de Mafissa quieren que el Gobierno sea juez del conflicto laboral
Exigen que la empresa acate la conciliación obligatoria dictada por la cartera de Trabajo
Destacado: Para uno/ Mafissa es una empresa beneficiada por la ley de promoción industrial y goza de exenciones impositivas.
Los trabajadores de la empresa texil Mafissa volvieron a marchar ayer para reclamar al Gobierno de la provincia que exija el cumplimiento de la conciliación obligatoria decretada por el Ministerio de Trabajo bonaerense.
Se concentraron en plaza Italia y marcharon hasta 7 y 50, para exigir una reunión con el gobernador Daniel Scioli o su Ministro de jefatura y gabinete y gobierno, Alberto Pérez. No tuvieron suerte, aunque se fueron con la promesa de ser atendidos durante el transcurso de la semana que viene.
Desde enero, los empleados no cobran sus sueldos y la empresa presiona para reabrir sus puertas con 120 empleados de los 550 que tenía hasta el 26 de septiembre de 2007, cuando comenzó el conflicto.
Con la sola compañía de algunos partidos de izquierda y centros de estudiantes –entre ellos, el partido obrero y el centro de estudiantes de comunicación social-, y con la oposición de la oposición de la Asociación Obrera Textil (AOT), que marchó junto a la empresa, hace unos días, los trabajadores mantienen una lucha desigual. Pero no se dan por vencidos.
LA AUSENCIA. Fuentes del Ministerio de Trabajo confirmaron a Diagonales que la cartera dictó la conciliación obligatoria el 26 de marzo, y fijó para el 3 de abril una audiencia de conciliación que “no pudo realizarse por incomparecencia de la empleadora”.
Las mismas fuentes informaron que la “AOT y Mafissa presentaron en forma conjunta un cronograma de reactivación de la empresa”, en el que existía el compromiso de incorporar “en forma progresiva a los operarios de la planta”.
Antes, la propia AOT había presentado una revocación de mandato de la actual comisión interna de Mafissa, que lidera el conflicto en defensa de los puestos de trabajo.
Se suponía que el acta presentada por el gremio había surgido de una asamblea de trabajadores. Sin embargo, el acto fue impugnado por no contar el evento con la mitad más uno de los empleados de la fábrica, condición que se requiere para la revocación de mandato.
En cuanto a las condiciones para la reapertura de Mafissa, los trabajadores que mantienen la toma de la sede de 44 y 184 en Lisandro Olmos, aseguran que el trato del sindicato es inaceptable porque reconoce a la empresa una crisis que le es negada por los gobiernos provincial y nacional, acepta la suspensión de la mayoría de los empleados y compromete su continuidad. Temen, según reconocieron durante la marcha, que el acuerdo los coloque en una situación de vulnerabilidad a partir de la cual, en caso de ser despedidos, sólo les corresponda cobrar el 50% de indemnización.
HISTORIA. Según el delegado interno Hernán García, para poder echar masivamente a sus empleados, Mafissa debió abrir un concurso preventivo de crisis y presentar los balances que demostraran su delicada situación financiera. La famosa crisis que le permitiría tomar medidas de emergencia, aún en detrimento de los trabajadores.
Según los empleados, el dueño de la empresa, Jorge Emilio Curi, habría dicho entonces que las sociedades modernas no presentaban balances. Como el hombre se negó a mostrar sus números, ni la Provincia ni la Nación le dieron el preventivo de crisis.
Sin embargo, el 27 de noviembre comenzaron a llegar los telegramas de despidos y con ellos se inició el conflicto que aún continúa.
Mafissa dejó de funcionar durante le verano. “La empresa paró primero la producción de proceso continuo, en donde se mezclan los componentes donde se hacen los hilados, y que debe quedar limpia para poder ser reutilizada. La máquina se hubiera roto si su producción se hubiera interrumpido abruptamente, con el material adentro. La empresa la paró”, denunció el delegado Javier Catán. Unos días después, el 28 de enero, la empresa dejó de trabajar. Por eso los empleados dicen que se trata de un lockout patronal.
Catán aseguró: “Todas las suspensiones y despidos son ilegales. Necesitamos que el Estado Provincial medie en el conflicto y quede como juez”.
LA MARCHA. Ayer, mientras que un grupo de 25 trabajadores permaneció en la empresa, para sostener la toma en defensa de los puestos de trabajo, casi medio centenar se llegó a plaza Italia. A ellos se sumaron los estudiantes y los militantes de izquierda. El Partido Obrero incluso panfleteó un pequeño volante: “Defendamos a los luchadores de Mafissa de la patota, la policía y el Gobierno”, decía el título.
Aunque el evento estaba anunciado a las 10, apenas un pequeño se había arrimado a la plaza a esa hora. Alfredo era uno de ellos. En el portaequipaje de su bicicleta roja, había cargado algunos diarios. Para ganarse un mango, se los vende a los manifestantes, sus compañeros. Y no deja de estar presente en la manifestación.
NOTA AL PIE:
Desde las 17. Más de 300 policías rodean a los trabajadores que mantienen tomada la empresa Mafissa. Tiraron gases y balas de goma. Esta nota salió hoy en Diagonales.
1 comentario:
17 hs. En estos momentos los trabajadores de Mafissa que nos encontramos permanecientdo en la fábrica en resguardo de nuestra fuente laboral, nos encontramos frente a un enorme despliegue policial, que indica una inminente represión en la planta textil.
Cerca de 300 efectivos se encuentran movilizados hacia la planta de avenida 44 y 184 de Lisandro Olmos.
Esto sucede en el mismo momento en que la justicia dió curso favorable a una medida cautelar presentada por los trabajadores, intimando a la Empresa a reincorporar a todos los despedidos y suspendidos.
Alertamos a la comunidad que los trabajadores de la textil Mafissa resistiremos cualquier intento represivo sobre nuestra lucha que lleva 140 días. Y responsabilizamos al gobierno provincial y nacional sobre la integridad física de todos los trabajadores de Mafissa y nuestras familias.
HERNAN GARCIA - COMISION INTERNA DE LOS TRABAJADORES DE MAFISSA
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