"La gente cree estar plenamente informada sin haberse aproximado siquiera a una sola idea que contradiga sus prejuicios", Bill Keller.

22 de mayo de 2006

En 2006 como en 1810


LA PLATA, 22 MAY 2006.- Tal vez sea falsa la imagen que de 1810 dejó para la posteridad el artista Ceferino Carnacini, en el cuadro “El pueblo quiere saber de qué se trata”, pintado en 1938. Tal vez no se usaban las grandes peinetas o las faldas anchas con miriñaque, y posiblemente sólo los ricos utilizaban paraguas.
Sin embargo, así es como los argentinos recuerdan el 25 de mayo de 1810, y es la manera que eligieron los vecinos de la periferia de Bahía Blanca para protestar hoy por la falta de electricidad y agua corriente en sus barrios, bajo el lema: “estamos igual que en 1810”.
La protesta de los vecinos de Villa Aeropuerto se produjo esta mañana frente al Palacio Municipal, donde reclamaron al intendente Cristian Breitenstein por los servicios que consideran escenciales. “No queremos tener más olor a vela en nuestras casas”, aseguraron.
“Vivimos entre los barrios San Miguel y San Vicente, que sí cuentan con esos servicios. Pero nosotros no tenemos esos beneficios porque para las empresas privadas pertenecemos a la zona rural”, describió uno de los vecinos de Villa Aeropuerto, a unos 12 kilómetros del centro de Bahía Blanca.
Aunque en esta oportunidad eligieron vestir a imagen de los hombres y mujeres de 1810, no es la primera vez que realizan un reclamo de este tipo. Ya antes intentaron ser atendidos por el intendente en licencia Rodolfo Lopes y ahora esperan una respuesta de Breitenstein.

17 de mayo de 2006

Un chico autista


LA PLATA, 17 MAY 2006.- Adrián Acevedo es un símbolo de coraje para los vecinos de Ayacucho. Nació con autismo y no podía siquiera sostener un sonajero. Recién pudo sentarse a los 9 meses, luego de una terapia de masajes con la que le ayudaron a fortalecer sus músculos. Caminó a los dos años y hace unos días cumplió con un recorrido de 2.150 kilómetros en bicicleta, desde Villazón, en Bolivia, hasta su natal Ayacucho, en la provincia de Buenos Aires.
“Pude vencer mi enfermedad gracias a la estimulación temprana”, contó Adrián, a quien los médicos le diagnosticaron autismo al nacer. “Nací color violeta por falta de oxígeno, me hicieron masajes y terapias alternativas para formar todos los músculos de la cara, porque yo nací sin musculos formados. Hasta los 9 meses no podia sujetar un sonajero con las manos, mucho menos comer. A los 2 años empecé a caminar y a los 3 el jardín, hice la primaria y la secundaria, me recibí en bachiller en la Escuela de Educación Media Nº 1 de Ayacucho”, describió.
Con la idea de recaudar fondos para el comedor “El angel solidario”, Adrián -que el 5 de junio cumplirá 22 años- viajó acompañado por Héctor Martínez y Oscar Olguín, de la asociación de Cicloturistas Peregrinos de Ayacucho; la enfermera Mónica Ocaño y su papá Antonio. Todos acompañados por una combi conducida por Edgardo Lorenzo y la cámara de José Angel Lavallén, quien filmó 12 horas de la travesía.
“Desde Villazón, en Bolivia, recorrimos 2.150 kilómetros. La travesía duró nueve días y ahora quiero viajar a Ushuaia”, aseguró el joven ciclista, que realizó el viaje en ocho etapas, de las que se destacó la cuarta, que lo llevó desde La Banda, en Santiago del Estero, hasta Cedes, en Santa Fe, en la que sumaron 354 kilómetros ininterrumpidos.
Adrián contó a esta agencia que la más dramática de las situaciones que vivió el grupo se produjo en la segunda de las etapas, cuando viajaban desde Tilcara (Jujuy) hasta San José de Metán (Salta). Allí, la enfermera sufrió una caída de la bicicleta que le produjo un traumatismo de cráneo y un corte en la rodilla, lo que detuvo al grupo durante un día, debido a que la mujer tuvo que ser internada.
Las noticias de la travesía entusiasmaban a los vecinos, que recaudaron dinero para el comedor, como antes lo hicieron para el Hogar de Ancianos San Francisco Javier, la Capilla San Martín de Porres, el Centro Educativo Complementario local, Cáritas y la Asociación de Lucha Ayacuchense Contra el Cáncer, en cada una de las travesías que realizó Adrián a Mar del Plata, Azul, Luján, Pinamar, Cataratas , Bariloche, San Nicolás de los Arroyos y en el doble cruce de la Cordillera de los Andes a Ayacucho.
Mientras planea su bicicleteada de Usuahia a Ayacucho, Adrián estudia diseño gráfico en computadora, inglés y espera poder comenzar con un curso de periodismo deportivo por internet.“Cuando ando en bicicleta me acompaña un grupo de amigos. Es un deporte muy bueno para la salud y lo amo porque me distrae y me hace entretener. Es una buena terapia y adoro la velocidad en dos ruedas”, afirmó, como para dejar en claro que sabe lo que quiere.