"La gente cree estar plenamente informada sin haberse aproximado siquiera a una sola idea que contradiga sus prejuicios", Bill Keller.

18 de abril de 2001

¿Alguien leyó el eternauta?


nota - opinión - declaración de principios no publicada. Antes de Afghanistan, antes de Irak. Antes de las invasiones y mucho antes de la condena a muerte a Saddam Hussein. Cuando el mundo hablaba de armas químicas y bacteriológicas, como si hicieran falta...
La nota:
Caían copos parecidos a la nieve pero no eran nieve. Todo lo que tocaban mataban. Juan y sus amigos jugaban al truco en un altillo de un chalecito de Vicente López y se salvaron, como muchos otros, aquella noche de invierno en Buenos Aires.Así imaginó una invasión extraterrestre Héctor Germán Oesterheld en El Eternauta, tal vez una historieta premonitoria de lo que pasaría en Argentina en los años 70, tal vez una historia premonitoria de lo que iban a ser capaces los propios hombres.
Dijo Juan Salvo en 1957: “Cuando venga la reflexión y se den cuenta cabal de lo que ha sucedido, ¿Cómo haré para mitigarles la pena?”.
La guerra química está a un paso de estallar. Lo advierten quienes saben del poderío militar con el cuenta Estados Unidos, y también las “los terroristas” a los que ya comenzaron a amedrentar con discursos amenazadores. Aunque no son sólo ellos quienes deben estar preocupados por lo que pueda llegar a pasar en caso de desatarse una Tercera Guerra, una Guerra Santa, o una Operación por “Justicia Infinita”. Lo que pueda pasar es asunto de todos.
El despliegue de armas químicas y bacteriológicas con que están amenazándose a través de los medios de prensa quienes tomarán las decisiones en esta guerra podrían tener un efecto devastador.
Se habla de "impulsos electromagnéticos” que pueden causar inconsciencia trastornando las terminaciones neuronales del cerebro, “infrasonidos” o sonidos de baja frecuencia que provocan desorientación, nauseas, vómitos y ataques de epilepsia, “espumas de acción rápida” que dejan respirar, pero desencadenan una avalancha de burbujas de jabón que lo podrían dejarlo a uno inmóvil, sordo y ciego (casi como estamos ahora aunque gritemos por la PAZ), “agentes biológicos” que funcionarían como calmantes o somníferos absorbidos a través de la piel y “armas químicas y bacteriológicas” que incluyen la propagación del ántrax, la viruela, el botulismo, el VX, el gas mostaza y el sarín, sólo por citar los ejemplos de las “nuevas armas” que se pueden utilizar contra las personas.