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"La gente cree estar plenamente informada sin haberse aproximado siquiera a una sola idea que contradiga sus prejuicios", Bill Keller.
10 de abril de 2008
Pietro: el aerografista de motos
Foto: Alberto Direnzo
personajes / Pedro Petraso
Fue mecánico de aviones, pero prefirió el dibujo y la pintura
A Pedro Petraso la ascendencia italiana le sale por los poros. Se le nota en cierto aire pasional, sanguíneo. Está presente en el tono de su voz y en los gestos ampulosos. Y, tal vez, por qué no, en la alegría de vivir que puede producir el haber encontrado su razón de estar en este mundo: la aerografía. A Pedro Petraso pocos le conocen el nombre y apellido, pero muchos han visto sus dibujos en las banderas que los egresados llevan a Bariloche, el tanque o guardabarros de las motos, algún capó, los instrumentos de varias bandas de rock y alguna que otra pared de bar.
“Como soy hijo de italianos, de chico siempre me decían ‘Pietro, vení para acá’. Y, al final, todos me dicen Pietro”. Su sobrenombre es la antesala de un pequeño local de avenida 44 entre 132 y 133, que en el fondo esconde un enorme taller en el que Pietro comparte su trabajo con Gustavo, encargado de la metalurgia de las motos; Matías, a cargo de la cosmética; y Nora Lisanda, esposa y cajera.
Biker + shop, accesorios, gorras, alforjas, escapes a medida, pins, bijou, cascos, parabrisas, calcos y anteojos. Todo eso ofrece el local, aunque el fuerte parecen ser la aerografía y las banderas.
Pietro es hijo de un zapatero y una ama de casa que va a misa los domingos. Tiene un hermano que trabaja en el Ministerio de Educación y es parecido a Net Flanders, el de los Simpson; y una hermana que trabaja en una AFJP. Nació en La Plata y vivió siempre en el mismo barrio, aunque pasó tres años en Córdoba y dos en Tandil, cuando le dio por cumplir con lo que creyó su máxima vocación: la mecánica de aviones. “Y... sí. Digamos que tengo dos pasiones, los aviones y el dibujo, que tiene ese toque de arte”, describe.
“El curso para reparar los aviones fue de tres años y en Tandil estuve otros dos, trabajando. Fueron los únicos cinco años que estuve lejos, porque nací acá y vivo a dos cuadras del local. Y fui al colegio San Cayetano. Nunca estuve tanto tiempo fuera del barrio”, contó.
Cuando regresó a La Plata empezó a trabajar en un taller mecánico. Un día, se le puso delante un auto aerograbado. “¿Y eso, con qué está hecho?, pregunté. Me dijeron y al otro día me compré un aerógrafo. A la semana estaba pintando y laburando como si me hubiera dedicado a eso durante toda la vida. Tenía 25 años”, cuenta Pietro, que ya anda por los 45.
Al principio, laburaba en el taller y en los ratos libres aerogrababa. Aunque siempre apuntaba a tener un local propio, lo que recién logró hace dos años. Ahora, Pietro disfruta de ser unos de los pocos aerograbadores del país dedicado a tunear motos: “las que más me gustan son las custom, pero no se puede elegir el trabajo”.
Un dato aparte
Los dueños de las motos que llegan a Pietro piden parcas, calaveras, aguilas y llamaradas. Hubo quien pidió al Gauchito Gil y, hace poco, una señora a la que se le aparece la Virgen fue a ver a Pietro para que se la dibuje, lo que hizo a mano alzada, como siempre.
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4 comentarios:
Es increíble como pinta este tipo, son genials los dibujos
Así dicen, por eso lo elegimos para contarlo en la sección de Personajes. Gracias por la visita.
El mejor como persona y como pintor, ahora lo mataron al hermano jaj, Pietro un grande. Fabian maas, ,victima del aerografo¡
muy muy buena gente...
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