"La gente cree estar plenamente informada sin haberse aproximado siquiera a una sola idea que contradiga sus prejuicios", Bill Keller.

4 de marzo de 2008

Cinco chicos en la calle buscando una mirada

Los chicos vieron en la cámara de fotos el objeto extraño que suele fascinarlos y cruzaron la calle con la idea de quedar inmortalizados en una imagen. "Pasame la bolsa", pidió uno al otro, apenas quedaron frente al fotógrafo de Diagonales, que esperaba en la puerta del diario, en diagonal 74 y 47, que un remis lo pasara a buscar para salir a una nota sobre el inicio de las clases en la ciudad, a tomar las fotos de los chicos que fueron al colegio.
Eran cinco los pibes que desde la vereda de Il Angelo advirtieron la presencia de Nicolás Acuña y comenzaron a gritarle para que les sacara una foto. Exigían cinco segundos de bola, que alguien los mire, no que los vea... que los mire.
Dos de los pibes se cruzaron para ver qué onda, a tantear el terreno. Y cuando vieron que Nicolás era inofensivo, que no les gritaba y que hasta podría sacarles a una foto, se dieron la vuelta y llamaron a los otros tres, que habían quedado en la vereda de enfrente.
"A estos pibes no ve nadie. Van por la calle aspirando poxi y no pasa nada", pensó Nicolás, cuando levantó la cámara en busca del cuadro para el retrato que los chicos querían.
Cuatro posaron aspirando pegamento. Y uno se dio la vuelta para ubicarse detrás de Nicolás, como para chequear que todo estuviera bien y de paso pispear si pasaba algún patrullero de la Policía 2, que andaba por ahí.
Para uno de los chicos estaba “todo piola”, pero otro parecía apenas poder contener un ataque de bronca, como si tuviera dentro un perro rabioso tratando de salir al ataque.
- ¿De dónde son?
- De la calle.
- Y dónde paran.
- En cualquier lado… en la plaza San Martín. No es para mandarnos la policía ¿no?
- No, claro que no.
- Si llamás a la policía venimos y rompemos todos los vidrios.
- No va a hacer falta.
- ¿No tenés una moneda? Tenemos hambre.
Uno se acercó para ver la foto en la cámara de Nicolás. Pasaba un patrullero, los chicos se asustaron y se fueron.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Miguel: soy tu efímero compañero de Minuto Uno, Matías García Elorrio. Me alegra que estés laburando ese diario que tengo entendido está muy bien "puesto", al menos la publicidad así lo muestra. Me gustó tu nota y espero que en algún momento estén en la red, no pido que llegue hasta Córdoba porque no debe ser la intención de Spolzki, pero me alegra que se habra otra fuente de laburo. Abrazo grande y mantenganos informados desde su blog.

No Publicable dijo...

Gracias Matías!