"La gente cree estar plenamente informada sin haberse aproximado siquiera a una sola idea que contradiga sus prejuicios", Bill Keller.

14 de marzo de 2008

Talleres: los chicos aprenden a jugar en Plaza San Martín

Superturbo tiene los pies de cuerito de cocina; sus piernas son dos clavos; su torso, un corcho de vino y su cabeza, un recorte de goma Eva. El personaje es el héroe del cortometraje “En busca del Dragón”, una realización de Axel, un nene de 13 años que trabajó en un taller de creación de juguetes en Villa Elvira y que logró filmar un corto de 7 minutos con su historia. La versión DVD fue vista ayer a la mañana por unos 12 chicos en situación de calle que se despatarraron en un improvisado living instalado al lado de la Glorieta de Plaza San Martín. Ellos son los nuevos alumnos del taller.
En la plaza San Martín, los coordinadores de la dirección de Niñez y Adolescencia de la Comuna extendieron un pedazo de alfombra sobre el que los chicos comenzaron a ver qué es lo que se pretende de ellos en el taller de creación de juguetes. Y pasaron unas horas sin aspirar poxi.
“Les mostramos los trabajos de otros chicos para que vean cuál es el objetivo del taller, porque no sólo construyen un juguete, sino que construyen una historia”, explicó a Diagonales el tallerista Federico Garese.
Una vez que terminó la película de Axel, los chicos debatieron su contenido, como ejercicio para reconstruir la historia y comenzar a pensar la suya. Apenas unos minutos después, pusieron manos a la obra, seleccionaron los tacos de madera y comenzaron la construcción de su primer juguete.
En el caso del cortometraje del nene de Villa Elvira, además de Superturbo, su historia tiene otros personajes, como “El perro turbo”; y los malos “El dragón”, “Jack” y “El Rey de la Magia”.
Una vez que los chicos entienden de qué se trata el taller y avanzan en la creación de su juguete, empiezan a trabajar en su historia. “Los grabamos en un reporter y les hacemos escuchar lo que contaron, hasta que el guión toma forma y nos largamos a filmar”, describió Federico, que en el caso de las películas de Villa Elvira contó con la colaboración de Manuel Bruno.
Ayer, después del cine y los primeros martillazos en busca de su propio juguete, los chicos jugaron un partido de voley, guiados por el profe de educación física Osvaldo Fernández.
“Juegan con las reglas básicas, porque lo que intento es introducirlos en el mundo del deporte. Que puedan participar todos, no los mejores”, explicó el profe a Diagonales.
Puede que estos chicos, en particular, tengan dificultades para respetar las reglas, pero con tal de jugar no sólo las toleran, sino que también se las hacen respetar a los otros.

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