Inés cargó el lavarropa el martes por la noche y se despertó ayer con un tilde en la lista de cosas que hay que hacer antes de salir de viaje. El reloj no tuvo que sonar antes para ganarle minutos al día. "Nada que ver. Puse la ropa a lavar para hacer todo más tranquilo a la mañana", describió la profe de inglés, que tiene 30 años, está separada y viaja hoy rumbo Pinamar junto a una amiga y sus dos hijos.
Como Inés, miles de platenses que tienen la posibilidad aprovechan el feriado del fin de semana santo y parten con diferentes destinos con la idea de desenchufarse con unos días de minivacaciones.
Mónica Puig es coordinadora de turismo del Automóvil Club Argentino y trabajó todos estos días en la recepción de consultas sobre las diferentes plazas para el fin de semana: "mucha gente va a ir a Tandil, que es un destino muy especial por el Vía Crucis", describió a Diagonales, aunque aclaró que también estarán colmados los hoteles de la entidad en otras ciudades cercanas, como Villa Gesell, o el Delta del Tigre, donde las cabañas ya estaban reservadas con mucha anticipación.
Mientras que en las oficinas del primer piso atendían ayer a los socios que buscaban información de último momento sobre el estado de las rutas -por piquetes o estado del tiempo-, en la planta baja los automovilistas hacían fila para cargar nafta. "está así desde las 7 de la mañana y va a seguir igual hasta las 10 de la noche", advirtió uno de los playeros.
Además de cargar nafta, los automovilistas hicieron revisar sus vehículos, por lo que la semana fue también movida en los talleres mecánicos de la ciudad. Claudio De Blasi, del taller mecánico de 18 y 510, en Gonnet, lo confirmó: "el trabajo se incrementó por dos factores, el tema de las inundaciones y la Semana Santa. Mucha gente vino a hacer el mantenimiento del auto para poder viajar un poco más tranquilos, más seguros".
No fue el caso de Inés, que manejará un auto 0 kilómetro que le fue entregado ayer a la tarde, aunque ella tuvo que apurar los trámites del seguro para poder salir a la ruta. "Se me dio justo, de casualidad, pero aprovecho el viaje a Pinamar para asentar el auto", contó, feliz de la vida, aunque corriendo para terminar con los papeles y cumplir con una reunión de padres en el jardín de su hija, que tiene 5 años.
Quienes no tienen la suerte de la profesora de inglés de estrenar auto anduvieron por los talleres para controlar y verificar el estado de los frenos, las luces, los amortiguadores, la batería y el sistema eléctrico. Comprobar que no existan pérdidas en los circuitos de refrigeración y dirección hidráulica, y revisar los niveles de fluidos (aceite, lavaparabrisas y líquido de frenos). Y el estado de los neumáticos.
Con tantas ocupaciones en el día, los que pudieron abandonaron sus ocupaciones un poco antes. Y entre ellos, se destacaron los empleados públicos: "estuvo muy tranquilo, porque la gente de acá se tomó un día más", describió Ricardo, que trabaja en un café de 12 y 54 y no necesita más palabras para indicar que el "acá" son las Torres I y II y la Municipalidad de La Plata.
Rubén, de Costa Azul, confirmó la merma en el trabajo, aunque en el caso del café de 48 entre 7 y 8 la mañana fue "bastante normal", mientras la merma "se notó más a la tarde" y a la noche.
Inés preparó los bolsos con lo mínimo, cargó un par de tuppers con comida y algún juego para que su nena y los dos chicos de su amiga estén entretenidos durante el viaje a Pinamar. Para ella, lo último en la lista de cosas para hacer antes de salir de viaje es limpiar su casa, porque le gusta que esté ordenada cuando regresa. "Así ya disfruto desde la noche antes de salir", confesó.
Hoy, sacará su auto nuevo y enfilará hacia la ruta 11, para evitar los piquetes anunciados en la ruta 2. "No me preocupa el viaje, lo disfruto. Está bueno aprovechar unos días de descanso, tengo la posibilidad. No es tan costoso para mí gracias al departamento de mi familia. Tengo acceso a eso y me lo tomo así, tranquilo. Me gusta salir, corta un poco con todo", aseguró.
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