"La gente cree estar plenamente informada sin haberse aproximado siquiera a una sola idea que contradiga sus prejuicios", Bill Keller.

4 de junio de 2008

Un coya llamado Gregory


Foto: Nicolás Acuña

Los pueblos originarios reclamaron ayer al gobierno bonaerense la aplicación del decreto reglamentario que crea el Consejo Provincial de Asuntos Indígenas, que les da derecho a participar en las políticas relacionadas con sus intereses. Se fueron sin siquiera una promesa y advirtieron que volverán a marchar en dos semanas.
La movilización reunió a los pueblos indoamericanos de la región frente a la secretaría de Derechos Humanos, a las 10, mientras que Santos Mamani, de la comunidad Coya de Quilmes realizaba en la plaza San Martín una ceremonia a la madre naturaleza; una ofrenda a la Pacha Mama, para que los ayude en su reclamo.
Los amerindios exigen la puesta en funcionamiento del Consejo Indígena de Buenos Aires (CIBA), nacido al calor de la Ley Indígena, que declara “de interés nacional la atención y apoyo a los aborígenes y a las comunidades indígenas existentes en el país”. Y contempla “su acceso a la propiedad de la tierra y el fomento de su producción agropecuaria, forestal, minera, industrial o artesanal en cualquiera de sus especializaciones, la preservación de sus pautas culturales en los planes de enseñanza y la protección de la salud de sus integrantes”.
“Basta de manoseos y postergación”, piden los aborígenes. Según Gregory Sánchez, también Coya, y de Quilmes, “las comunidades indígenas esperamos demasiado tiempo”.

- ¿Su nombre es Gregory?
- Sí, con y griega. Nos invadieron de mal forma.
- ¿Por qué se lo pusieron?
- Mi padre, para cuidarme, para que no me discriminen o para destacarse en la comunidad, me puso Gregory. Y yo, hasta hace 10 años no reconocía mi identidad ni me identificaba con la causa indígena. Ahora no niego que soy coya.

Gregory tiene 46 años y trabaja de mozo en el restorante Carlitos, en Quilmes, desde hace tres años, aunque tiene los mediodías libres y los ocupa en la causa amerindia. Nació en Palpalá, Jujuy.
Mucho antes de abrazar la causa, se mudó a Buenos Aires y comenzó a trabajar como albañil, hace 25 años. Luego, se mudó a Quilmes, donde conoció a Dominga, con quien tiene tres hijos. Hoy, integra la Asociación Cultural Indoamericana de Quilmes, junto a referentes de varias comunidades, que cuenta con el apoyo de la primera Dirección Municipal de Pueblos Originarios.
“Para nosotros fue una decisión histórica que los asuntos indígenas sean contemplados por un gobierno local. Además, es muy simbólico que Quilmes haya dado el primer paso y nos demuestra un respeto que nunca antes habíamos visto”, explicó Gregory.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola mi nombre es Marcos de la Plata, y me expreso `mediante este blog para comunicarles que gugleando por internet encontre este blog, y miro a este o ese poersonaje que ustedes muestran que es gregory sanches.
Quien es moso de quilmes, y fue canillita del periodico sayarina; nunca tuvo nada que ver con la causa indigena; el es peruano nacionalizado argentino para aprovecharse de intereses propios,como fingir trabajar para las comunidades aborigenes, o decir REPRESENTAR a las comunidades sin seer nombrado por ningun aborigen, tambnien dice ser periodista cuando no lo es, de hecho, no conoce nada de periodismo, como de causas y problematica indigena, en otra palabra es un chanta y busca solo aprovecharse de la buena boluntad de la gente. Bueno me despido esperando ver aclarado algo, esto para que no se topen con ese chanta, llamado gregory.