"La gente cree estar plenamente informada sin haberse aproximado siquiera a una sola idea que contradiga sus prejuicios", Bill Keller.

14 de noviembre de 2010

Pomar: la lupa en los policías del rastrillaje


El sábado 14 de noviembre de 2009 una familia que viajaba por una ruta bonaerense rumbo a Pergamino desapareció sin dejar rastros y fue más fácil creer que fueron asesinados por Jason o abducidos por ET que víctimas de un accidente. Las hipótesis fueron de la violencia familiar a la fuga por deudas incobrables, sin dejar de lado la persecución mafiosa, la locura y el complot policial. La desgraciada historia comenzó cuando Fernando Pomar (40) y Gabriela Viagrán (35) cargaron los bolsos en su auto y partieron con sus hijas, Pilar (3) y Candelaria (6), de José Mármol a Pergamino. Franco (13) -hijo del primer matrimonio de la mujer-, había quedado en la casa de unos amigos para hacer un trabajo práctico que debía entregar el lunes siguiente.
Un alto funcionario policial (el subsecretario de Investigaciones bonaerense, Paul Starc) y un ministro (el de Seguridad, Carlos Stornelli) perdieron meses más tarde su cargo. Difícil no vincular esas salidas con aquel caso. Hoy hay seis policías investigados por la justicia: dos de ellos están sospechados de haber archivado un llamado al 911 y los otros de inventar la realización de operativos en la zona en donde tiempo después fue hallada la familia, sobre la ruta 31, en la curva de Plazibat, ubicada entre el acceso a la localidad de Gahan y la ciudad de Salto.
Mientras que en la causa principal la fiscal Karina Pollice averigua si los Pomar sufrieron un accidente o fueron asesinados, los fiscales Guillermo Villalba y Mario Daniel Gómez, investigan el accionar de la policía local en una causa que interviene el juez de Garantías Fernando Ayestarán.
El abogado Gustavo Arabia, que estudió en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y es dueño, además, del diario digital Bragado Virtual, defiende la actuación de los policías acusados. Aunque sólo representa al Comisario Daniel Arruvito, entonces jefe de la Patrulla Rural, y al Comisario Walter Barrera, de la DDI, imputados por negligencia en sus funciones, su alegato incluye a los otros policías.
-La sensación es que la policía trabajó con desidia, que hizo mal lo más elemental, que eran los rastrillajes.
-Su conclusión es falsa. Lo elemental lo cumplieron. Hubo varios rastrillajes aéreos y tipo lancheo, aunque el ministerio de Seguridad no dispuso de los recursos necesarios y los Pomar tuvieron que ser encontrados por dos jefes policiales en un día feriado. No sé en qué se basa, pero hubo un rastrillaje a conciencia. Hay que ver la causa. Si no se puede concluir cualquier cosa. Hay desinformación.
-Me baso en los 24 días transcurrido desde que se realizó la denuncia hasta que encontraron a la familia accidentada.
-No tardaron 24 días. La denuncia fue el 15 de noviembre y las medidas de la fiscal se decretaron el 17.
-Fueron encontrados el 8 de diciembre, son 21 días: es prácticamente lo mismo.
-Las primeras búsquedas con rastrillajes se hicieron en ruta 7. Después fueron en otras rutas. En Salto se busco en casas, terrenos, rutas y ríos. Hay cantidad de actas en diferentes días. Nadie vio nada anormal ni sintió el olor de los cuerpos, que se descomponían. Ni siquiera los vecinos de la curva de Plazibat, donde fueron hallados después. Además, la Policía no tenía suficiente cantidad de personal y también tenía que cuidar la seguridad de los vecinos de Salto, no podían dedicarse exclusivamente a buscar a los Pomar.
-Pero en la ruta 31 no buscaron como en la ruta 7.
-El Ministerio levanto el rastrillaje que se iba a hacer sobre la ruta 31 porque trabajaba en otras hipótesis. Faltó rastrillar con perros, caballos y personal especializado. En esa zona sólo se hicieron búsquedas, porque esa fue la orden. Por eso, decimos que, en todo caso, si hubo un error fue de la fiscal. No de la Policía, que actúa como auxiliar de la Justicia. La primera orden fue la de interceptación vehicular de autos y camiones, después se ordenaron las búsquedas aéreas y terrestres, pero para el 16 de noviembre dos amigas de Viagrán se habían comunicado con la Policía para decir que Pomar la maltrataba y que tenía un arma. Hasta allanaron la casa de José Mármol y un campo de la familia. ¿Acaso alguien acusó por falso testimonio a esas mujeres?
-¿Quién suspendió el rastrillaje sobre la ruta 31?
-No se sabe, porque era todo muy informal.
-¿Y por qué sí se rastrilló la ruta 7?
-Ahí hubo una orden de servicio que la dio (el jefe de la bonaerense Juan Carlos) Paggi, después de que se descubriera que los Pomar habían pasado por el peaje de Villa Espil. Además, cuando se analizó qué antena de celular había recibido la señal de los teléfonos de los Pomar, se llegó a Chivilcoy. Hay que ver el mapa para advertir que el recorrido que hicieron no se puede entender, tendrían que haber ido por Arrecifes, por la ruta 8, o por la ruta 32, pero fueron por la 31, que era el camino más largo. En todas esas rutas se hicieron búsquedas. Sólo se rastrilló por tierra en la ruta 7.
-Se investiga si hay actas falsas.
-La única acta falsa es la que hizo a la fiscalía el día que hallaron los cuerpos. Es tan falsa como el choque con un móvil del que se habló en algún momento. El único error que se les puede imputar a los policías es no haber pedido testigos en todas las búsquedas que hicieron.
-Un testigo, Casimiro Frutos, denunció haber visto el auto de los Pomar desde un micro sobre la ruta 31. Dice que llamó al 911.
-Sí. Evidentemente algo vio. Dice que lo vio el 16 de noviembre en "un montecito", pero no llamó en ese momento, sino 11 días después, el 27. Además, la policía de Salto nunca tuvo este dato.
-El problema con ese llamado es que se descartó. Por eso está imputado uno de sus defendidos.
-Se descartó como se descartaban otros 40 llamados por día con otras hipótesis, porque la zona en donde decía que había visto el auto ya había sido verificada. Entonces, se cumplieron con todos los pasos administrativos que correspondían. Se descartó con un criterio, con el diario del lunes, con los hechos consumados, es fácil hablar. Acá hay un problema con las fechas, porque no llamó el mismo 16, sino el 27. Además, el llamado al 911 no es tan preciso y, por ejemplo, Frutos no recordaba si lo había visto antes o después de Salto. El 30 de noviembre volvió a viajar y dice que otra vez vio el auto. Iba a ir a la comisaría pero pensó que era un auto abandonado. Recién volvió a llamar el 8 de diciembre, después del hallazgo, para decir que él había llamado. A la tarde salió por canal 13.
-¿Entonces, su posición es que sólo el olor permitió descubrirlos y que era imposible ver el auto oculto en la maleza?
-El olor no lo sintió nadie, ni los vecinos que pasan por ahí a cada rato. Lo único que vale son las pruebas. Periodistas y funcionarios políticos mienten con descaro. Yo hablo de la causa, que es lo único que vale. Las declaraciones de funcionarios fuera del expediente no tienen valor alguno. En Youtube hay un vídeo de Mónica Gutiérrez donde comprueban que no se veía de la ruta por la maleza. Esa es la verdad.
-¿Quién encontró los cuerpos?
- Los policías que ahora están imputados fueron los que encontraron a los Pomar, durante un feriado. Cumplieron con su deber mientras Stornelli paseaba. A 300 metros hay una casa y la gente que vive ahí no escuchó nada, no vio nada, no sintió nada. A 3.200 metros despegan los aviones que fumigan los campos de la zona y tampoco vieron nada.
-¿Por qué se imputó a los policías?
-La opinión pública fue muy fuerte. Hubo un tribunal mediático y el juez y el fiscal se acomodaron a eso. Son perejiles, el derecho penal es para perejiles.
-¿Qué cree que pasó?
-La ruta no estaba en buen estado y, aunque ahí no había pozos, el asfalto estaba hundió por el paso de los camiones, y se junta agua. Además, frente a la curva había un reflector que apuntaba para la ruta y hay testigos que dicen que podía confundir a los automovilistas. El auto dio de trompa contra la alcantarilla y dio un vuelco. No usaban cinturón de seguridad.

La nota surgió de una conversación con @gustavoarabia en twitter y fue ampliada en una entrevista realizada el martes en La Plata. La primera línea, además, es un comentario que dejaron en este blog.



La familia rechaza la versión del accidente
María Cristina Robert, madre de Gabriela Viagrán, quien junto a su esposo Fernando Pomar y las dos hijas de ambos fueron hallados muertos a la vera de la 31, rechazó ayer la versión oficial de que fue un "accidente de tránsito", y dijo que la demora en encontrarlos se debió a "corrupción policial".
"Lo que nos pasó supera todo lo que me pudo pasar en la vida. El dolor que tengo hoy con lo de mi hija es tremendo. Hoy tomo un coctel de pastillas para poder hablar", dijo la mujer.
Según Robert, los 24 días que demoró la policía en encontrar a la familia muerta a la vera de la ruta "tuvo que ver con corrupción policial. Se dedicaron al chusmerío barato", fustigó. "No me cierra nada, porque no fue un accidente común. Alguien los encerró, alguien los encandiló", se quejó la mujer y agregó "ellos conocían perfectamente la ruta".

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