"La gente cree estar plenamente informada sin haberse aproximado siquiera a una sola idea que contradiga sus prejuicios", Bill Keller.

30 de noviembre de 2010

Juzgan a un apropiador y al entregador de un bebé robado durante la dictadura


María Natalia nació el 8 de agosto de 1977 en una maternidad clandestina de La Plata y el mismo día fue dada a una pareja que la anotó como propia. En 1985 la justicia comenzó a investigar si era hija de desaparecidos, cosa que recién se pudo comprobar en junio de 2006. Ayer, declaró en el juicio que se le sigue a su apropiador, Omar Alonso, un comerciante platense y cantante aficionado de tangos. “Yo lo quiero a él. Fue mi papá durante 30 años”, afirmó.
El juicio oral y público que se desarrolla en el Tribunal Federal en lo Criminal Nº 1 de La Plata comenzó al mediodía con una disputa sobre la legalidad del acto, que los jueces resolverán en la sentencia, y continuó con las indagatorias a los dos imputados, porque además de Alonso, es juzgado en el mismo acto el capitán de navío de infantería de Marina Juan Carlos Herzberg, quien hizo uso de su derecho constitucional a no declarar.
Alonso, en cambio, abrió el juego: reconoció que inscribió de manera ilegal a la niña, pero responsabilizó de la apropiación a su esposa, María Luján Di Mattía, de quien se encuentra separado de hecho. Luego, señaló a Herzberg como el entregador y entró en una larga diatriba llena de contradicciones y medias justificaciones. El equipo jurídico de Abuelas de Plaza de Mayo, que había denunciado la apropiación en agosto de 1985, destacó que el imputado “no pudo terminar de explicar por qué impidió durante tanto tiempo que Natalia conociera su origen”.
Al repasar la historia de su vida, María Natalia Suárez Nelson contradijo en casi todo a su apropiador, al que aún ayer llamó “mi papá” o “mi viejo”, y reveló una trama que la tiene como víctima desde que nació.
María Natalia fue bautizada Alonso y su padrino fueron Herzberg y su esposa, Sara. Aunque en 1985, cuando apenas tenía 8 años, se inició una causa judicial que podría haberle permitido acceder a la verdad, en 1986 sus padres la llevaron a Paraguay, donde fue amiga de los niños apropiados por los represores Norberto Bianco y Samuel Miara. Cuando aún no había cumplido los 18 y la justicia argentina había acorralado a sus apropiadores, que estaban detenidos, se casó para evitar que la obligaran a volver a la Argentina, donde podría encontrar su verdadera identidad, la que recién le fue revelada el 1º de junio de 2006.
Según afirmó a la justicia, el 25 de diciembre de 1993 supo que quienes la había criado como si fuera su hija biológica no eran sus padres. Alonso había viajado a la Argentina y tenía que volver para pasar Navidad en Paraguay, donde vivían. “De pronto mi mamá recibe un llamado y empieza a llorar. Yo pensaba que le había pasado algo a mi papá, pero mi mamá me contó que no eran mis padres y me dijo que aparentemente podría ser hija de desaparecidos. Yo la abracé y le dije que igual era mi mamá”, describió.
Desde entonces y hasta que, 13 años después, supo que era hija de María Elena Isabel Corvalán y Mario César Suárez Nelson, militantes de montoneros secuestrados, torturados y asesinados por la dictadura, miles de historias le fueron contadas. “Mi mamá me fue diciendo lo que sabía. Me dijo que tenía temor de que me sacaran de su lado”, explicó.
La mujer coincidió con su apropiador en que fue entregada por Herzberg y que Alonso no estaba en la casa cuando se produjo el hecho. Ambos contaron que Di Mattía se había sometido a 14 años de tratamientos para quedar embarazada pero no podía. Y que un día de julio de 1977 el Capitán de Navío de Infantería de Marina llamó a la mujer para ofrecerle una niña que nacería en pocos días. Y es en este punto donde aparecen las primeras contradicciones. Suárez Nelson creyó que era hija de “una chica del interior que estaba sola y podía tener complicaciones en el parto”. Y agregó: “mi mamá le mandó a decir que se quedara tranquila, que ella me iba a cuidar”.
Después de asegurar que él le había dicho a Herzberg que no quería que le entregara ninguna niña y de afirmar que su mujer le pidió de rodillas, con llantos y rezos, que por favor aceptara, Alonso dio dos versiones diferentes sobre el origen de la beba. Tras dejar en claro que fue su mujer la que hizo las tratativas con el marino, afirmó que el hombre le contó que la niña era fruto de un embarazo no deseado de un compañero Naval. Unos minutos más tarde, dijo que Herzberg le ofreció ir a ver a una joven embarazada muribunda que estaba internada en el hospital Español. Después dijo que la niña era de un superior del marino y cuando fue consultado por el Tribunal sobre la embarazada que iba a morir en el hospital Español, afirmó que se trataba de la misma persona.
Suárez Nelson dijo que una tarde de 1998 una novia que tuvo Alonso le dijo que era fruto de una relación extramatrimonial del hombre que la criaba como su padre. Y que su madre biológica había muerto de cáncer. Ella, feliz de resolver su enigma, corrió a despertar a Alonso, que dormía una siesta, y le preguntó cómo era su madre: “me dijo que era más bonita que yo”, describió. Y explicó: “estuve dos años creyendo eso, hasta que mi mamá me dijo que para ella yo era hija de desaparecidos”.
Otro de los puntos en los que discreparon fue en la relación con los apropiadores Bianco y Miara, a quienes Alonso conoció en Paraguay por intermedio de Norberto Imbelloni, el ex diputado de la Nación que estuvo prófugo de la justicia entre 1985 y 1990. Mientras que el hombre dijo que “apenas los conocía” y contó que Bianco “no tenía ni para comer y le llevé un par de bolsas de papa. Una o dos”, Suárez Nelson dijo que ella “era amiga de los mellizos Miara” y que su apropiador “sí tenía relación con los padres de los Bianco”. Agregó: “ahora creo que hacían causa común”, mientras permanecían en Paraguay, donde viajaron cuando comenzaron a tener problemas judiciales en Argentina, aunque según Alonso, que llegó a tener una importante cadena de artículos del hogar en La Plata, se trató de una mudanza por razones de negocios.
La joven discrepó también con su apropiador sobre la relación que el hombre tenía con Di Mattía. Mientras que él afirmó que llevaba “una vida normal” con su esposa y que Julia Alí sólo era su cuñada, casada con el hermano de su mujer y por lo tanto tía de María Natalia, para la joven “Alí era la esposa del hermano de mi mamá, pero se divorciaron porque ella salía con mi papá”. Alonso dijo que nunca habían vivido juntos y Suárez Nelson aseguró que llegaron a compartir una casa en Paraguay: “yo dormía en una habitación, en la otra estaba ella y en la tercera estaban mi papá y mi mamá. Creo que mi mamá sabía y se quedaba callada”. También discreparon sobre los malos tratos a los que era sometida la mujer.
Alonso se presentó como “un convidado de piedra” que mil veces le preguntó a Herzberg si María Natalia era hija de desaparecidos, pero el marino se lo negaba sistemáticamente y él: creía.


Herzberg


Natalia pidió que su imagen en el juicio no sea difundida

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