"La gente cree estar plenamente informada sin haberse aproximado siquiera a una sola idea que contradiga sus prejuicios", Bill Keller.

6 de agosto de 2009

Solidaridad


Tiziana tiene 3 meses y Amanda un año y medio. Sheila tres, Camila cuatro, Milagros ocho y Daiana nueve. Las nenas son hijas de Héctor y Mariela, una pareja que salió en marzo desde Mar del Plata y deambuló por el gran Buenos Aires hasta que terminó en La Plata, en busca de un lugar en el que echar raíz. Viven en una casilla sin baño, cocina ni mesa, se alumbran con velas y duermen juntos en un colchón de dos plazas.
Héctor y Mariela tienen 25 años. Vivían en Mar del Plata en una casilla del fondo de la casa de la mamá de él, pero hubo un problema que prefieren no contar y se quedaron en la calle. Después de unos días a la intemperie, decidieron ir a la casa de un familiar en Florencio Varela, donde pasaron un par de semanas. "Muchos niños", les dijeron. A Héctor se le ocurrió entonces ir a pedir ayuda "en la municipalidad que está frente a la Plaza Moreno", ya que es en La Plata donde nació.
"Pensé que me iban a ayudar, pero sólo me dieron un módulo", explicó. La casilla es de 3 x 3, tiene paredes de madera, piso de cemento y techo de chapa. “Estamos durmiendo en el piso con una humedad terrible, cuando nos despertamos levantamos el colchón y está todo mojado”, describió. Y agregó: “no tenemos baño, las nenas tienen que hacer pis afuera y además estamos a vela porque no tenemos luz”.
Necesitan ayuda urgente para acomodar su casita, que fue emplazada en un terreno fiscal del barrio Malvinas, en 34 y 153, y Héctor quiere un trabajo. “Cualquier cosa”, dice.
Ahora, él hace changas, cirujea o trabaja en un lavadero y ella sale a vender sahumerios a la calle. Están anotados desde abril, pero no tienen asistencia social. "Me ofrecieron la alternativa de que mi mujer y mis hijas vayan a un hogar, pero yo prefiero que estén conmigo", dice él. Les vendría bien material para que pudieran construir un baño aunque sea precario, tal vez una mesa, camas y cables, porque lo que ganan es para comida. Hay una mujer que se ofreció a ayudarlos: se llama Eva y su teléfono es 15-6170546.

Foto: Eva Cabrera

1 comentario:

faka dijo...

Esta complicado el tema Miguel como estos chicos hay cada vez más y el estado y la sociedad no se hace carga ni ahí.
Un abrazo grande.
Nos vemos por las diagonales
faku