"La gente cree estar plenamente informada sin haberse aproximado siquiera a una sola idea que contradiga sus prejuicios", Bill Keller.

12 de mayo de 2008

El Luis Palau platense



Fue músico de la banda soporte de Vox Dei hasta que la paternidad lo obligó a salir a buscar trabajo. Ingresó a Sevel y ganó mucho dinero, pero se “descarrió” y puso en riesgo a su familia. Cuando empezó a ir a la Iglesia perdió a su hijo mayor, de 7 años, en un accidente. Se quedó en la calle en el ´82 y se metió en la Policía. Es el Pastor evangélico más conocido de La Plata.

Foto: Alejandro Vivanco
Personajes/ Raúl Reyes
El Policía que quiere ser el Luis Palau platense
Empezó en la habitación de una pensión y hoy predica para más de mil personas

Se odiaban los Rodríguez y los Reyes. Aunque vivían en Bernal, se odiaban desde antes, desde mucho antes de que las promesas de una vida peronista los llevara al Gran Buenos Aires, desde que trabajaban en el campo, allá en el Chaco. Y claro, el encono era tan antiguo que Beatriz Rodríguez y Raúl Reyes lo ignoraban. Y cuando él tenía 15 y ella despuntaba a los 14, ya andaban noviando. Y se escandalizaban las familias. "No dejaban que nos veamos, pero nos escapamos. A los dos días nos agarró la policía. El comisario nos sentó en su oficina y nos dijo: acá hay dos puertas. Del otro lado de esa puerta está la familia de ella, que la quiere internar en un colegio. Del otro lado de aquella otra puerta está la calle. Ustedes elijen. Ahora bien -le dijo el comisario a Reyes-, si te asumís como hombre me decís la fecha de casamiento y no hay ni fuga ni internado en un colegio. Si no, te vas, pero te busco y te doy una paliza". Beatriz y Raúl se casaron en marzo, cuando ella apenas tenía 17 y él sólo 18.
Raúl Reyes es hoy teniente de la Policía y el pastor evangélico pentecostal más conocido de La Plata. Y Beatriz, la pastora Betty. Ambos predican los domingos en el Club Circunvalación, en 7 entre 77 y 78, para más de mil personas. Comenzaron en la habitación de una pensión en el centro y aspiran a llenar el Estadio Ciudad. "En mi oficina tengo fotos desde que comenzaron a construirlo. Nuestro sueño es que vaya más gente a la Iglesia que a la cancha. Además, Los Piojos pueden llenar el Estadio, Floricienta puede llenar el Estadio. ¿Por qué no nosotros?", se preguntó el Pastor.
Recién casados, Betty era la que paraba la olla. Ella trabajaba en un jardín de infantes para que él pudiera ser músico, tocaba por la Coca y el sandwich en una banda que teloneaba a Vox Dei, el grupo de rock que en 1971 grabó el mítico disco La Biblia. Por aquellos años, Betty guardaba la comida que sobraba en el jardín de infantes y la llevaba a su casa, en el fondo del terreno de la casa de sus suegros. Raúl, guardaba todo lo que ganaba para comprar equipos de música Robertone.
El primer hijo llegó un año después del casamiento, en 1971. Javier fue prematuro y era muy chiquito. Una noche, Raúl volvió a su casa y se encontró a su mujer con el bebé en brazos, dentro de una cajita de cartón rellena con algodón, para que no tuviera frío. "Ahí empecé a buscar trabajo. Asumí que era padre", recuerda el Pastor.

TRABAJO. El primer trabajo fue de pulidor de bombillas, pero apenas duró una semana. Se asomaba una decepción, pero el peronismo que había traído a sus padres desde el Chaco en la década del ´40 había vuelto al poder. Héctor Cámpora había asumido como presidente y las producción industrial nacional estaba a full. La fábrica que Sevel tenía en el kilómetro 37,5 de la ruta 2 debía comenzar a construir autos para Cuba. Muchos obreros pasaban la noche frente a la empresa con su planilla en busca de un trabajo. Raúl, que ni siquiera sabía cómo tenía que hacer para conseguir un puesto, no había pasado a retirar la suya, pero fue con convicción. "Le dije al de seguridad que era casado y tenía un hijo. Me vio chiquito y se hizo el distraído para que yo pudiera pasar sin planilla", cuenta Reyes.
Dentro de la empresa lo esperaba uno de los jefes de personal, de apellido Iglesias.
- ¿Sabés hacer algo?, le preguntó el hombre.
- La verdad es que no se hacer nada-, reconoció Reyes.
- Eso es lo que estamos buscando. Gente que no sepa hacer nada. Porque los vamos a formar nosotros-, lo sorprendió Iglesias.
Barrió el piso de Sevel los primeros 4 ó 5 meses, pero luego sopleteó motores y estudió graboverificación. Accedió entonces a la formación que le había prometido aquel jefe de personal que nunca más volvió a ver. Al tiempo, ganaba 4 ó 5 veces más que cualquier obrero.
En Sevel accedió a un plan de vivienda para tener la casa propia. Y el matrimonio pudo mudarse a uno de los departamentos de las torres de Villa Elisa, frente a la Estación de Trenes. En esos años, nació Nicolás. Y la pareja pasó por su peor momento.
El dinero que Reyes ganaba en el trabajo le permitía mantener a la familia con holgura y le dejaba tiempo para estudiar programación de computadoras. Sin embargo, el turno tarde era la perdición. “Terminábamos el trabajo rápido, quedábamos libres y salíamos. Se ganaba mucho y era un grupo de jugadores y cabareteros”, confiesa el Pastor. “Veía que perdía mi hogar, pero yo pensaba: no le falta nada, con lo que me sobra hago lo que quiero. Me bandié. Descarrilé. Ahora sé que no es así”, explica.

DIOS. Fue durante aquellos años que la pareja decidió buscar una contención y llegó a una pequeña Iglesia de Villa Elisa, en 12 entre 44 y 45. Y aunque comenzaba a vivir una nueva etapa, aún debía sobreponerse a la peor tragedia: la muerte de un hijo. Fue en 1979. Javier, que tenía 7 años, jugaba a la pelota en un campito que había en las torres. La pelota se fue debajo del micro que iba a Punta Lara y él nene la fue a buscar. “Ahí me decidí a vivir para Dios. Porque lo que me había pasado era para quitarse la vida y me quedaban dos caminos: renegar de Dios o aferrarme a Dios”, destaca Reyes. Betty estaba deprimida. En 1980, decidieron dejar las Torres y nació Ezequiel. A su cuidado se abocaron, mientras se acercaban más a la Iglesia.
Unos años después, los Reyes comenzaron a cuidar la iglesia y a ayudar en su funcionamiento. Una vez por semana, el misionero norteamericano Kit Benson viajaba desde Lomas de Zamora a predicar en Villa Elisa. La pareja lo recibía un día antes, en su casa, donde el pastor aprovechaba para darles un seminario. “Tenía un gran conocimiento de la palabra”, recuerdan Reyes y Rodríguez.

POLICIA. En 1982 Sevel cerró la fábrica y Reyes se decidió a entrar a la policía, para lo que usó sus conocimientos de computación. “Las empresas de Buenos Aires nos duplicaban el sueldo, pero yo no quería viajar. Trabajé en la Vucetich, el Ministerio de Seguridad y en Toxicología, hasta que (León) Arslanián nos mandó a la calle y me tocó la comisaría de Villa Elisa. Yo no entendía nada. No había papeles ni computadoras, pero creamos Relación con la Comunidad, nos empezamos a encontrar con las entidades de bien público y hasta hicimos una obra de teatro mostrar a los jubilados cómo eran los robos. Después fui al Destacamento del Barrio Aeropuerto, donde ahora soy encargado de Judiciales”.
El Reyes policía se convirtió en Pastor cuando aún no había “pastores nacionales”, en medio de un “avivamiento” que comenzó a producirse en La Plata con la presencia del Pastor evangélico Carlos Anacondia, un empresario quilmeño, dueño de una bulonera, que viajaba con una gran carpa. “Durante sus campañas la gente se caía 10 cuadras a la redonda”, explica el Pastor. Y agrega que, “en dos meses, 62.000 personas se entregaron al Señor”.
La pequeña iglesia de Villa Elisa comenzó a recibir a 200 personas por reunión. Y los Reyes consiguieron construir su propio edificio, pero entonces mandaron a un “paracaidista” a que ocupara el lugar que ellos se habían ganado. Los mandaron a La Plata y alquilaron una pensión en 54 entre 2 y 3, donde comenzaron a predicar en una pequeña habitación.
Lejos están hoy de aquellos pequeños encuentros de cuatro o cinco personas que los escuchaban predicar. Las reuniones pasaron por 11 entre 40 y 41, el Club Sporting y un galpón de diagonal 74 entre 115 y 116. Y se hicieron hasta hace poco en el edificio que la Iglesia compró en 42 entre 1 y 2, y que ahora están ampliando, aunque tal vez con obras y todo quede chico. Las nuevas reuniones se hacen en el club Circunvalación, para más de mil personas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

muy buena nota del Pastor Policia y creo que ese hombre llegará algún dia a llenar el estadio único de la plata porque tiene el poder de ver las cosas antes que sucedan (FE).
Gracias.

No Publicable dijo...

Gracias por tu comentario.
Los hinchas de Estudiantes y/o Gimnasia preferimos llamarlo Estadio Ciudad de La Plata, porque hay otros estadios en la ciudad.

Anónimo dijo...

reyes está en el g12 chau

Anónimo dijo...

El "pastor" este no respeta a nadie ,solo al dinero ,se hace pasar por comisario y es un lava cerebros.