"La gente cree estar plenamente informada sin haberse aproximado siquiera a una sola idea que contradiga sus prejuicios", Bill Keller.

26 de mayo de 2008

Bijou


Foto: Esteban Martirena

La historia de los inmigrantes de Senegal que venden bijou en las calles de La Plata
Entran a Argentina desde Brasil como turistas, con una visa para vacacionar 3 meses

"El lugar de donde no se regresa" era el último sitio en el que las familias podían verse antes de ser trasladadas y vendidas en América o Europa. Por aquel pasillo no muy ancho, en el puerto de la isla de Gorée, en Senegal, fueron embarcados al menos veinte millones de hombres, mujeres y niños secuestrados de sus aldeas. Hoy, son varios lugares de los que no se regresa, pequeños puertos o grandes aeropuertos. Los senegaleses más pobres intentan llegar a España en pequeñas embarcaciones llamadas “chalupas”, mientras que quienes pueden pagar un pasaje en avión parten con diferentes rumbos del aeropuerto de Dakar.
Quienes dejan el país son los descendientes de los negros que escaparon a los tratantes de esclavos. Sus destinos son los más variados y entre ellos está Sudamérica, pues la embajada de Brasil accede con cierta facilidad a otorgarles una visa de turista a través de la que luego llegan a Argentina. Muchos de ellos pasan las horas en las calles de La Plata, vendiendo bijou que cargan en un maletín o exhiben en algún puesto improvisado. Viven en Buenos Aires, en pensiones del centro, Flores o Liniers, hacinados en habitaciones que comparten hasta diez personas, abandonados a su suerte en Argentina, donde no hay embajada ni consulado al que acudir por ayuda.
Como antes ocurrió a los inmigrantes españoles o italianos que cruzaron el océano en busca del paraíso, campesinos dispuestos a salir de la pobreza a los que se empujaba a soñar con hortalizas gigantes y ríos de leche, ahora son los africanos los que quieren escapar de la miseria segura que les ofrecen sus países y son engañados con una propaganda que promete un futuro mejor en Sudamérica.

DESDE BUENOS AIRES. Los senegaleses que trabajan en las calles de La Plata viven en Buenos Aires. Hay una pensión de 3 pisos con grandes habitaciones en las que se amontonan 8, 9 ó 10 personas en 24 de noviembre y Belgrano. La otra gran pensión está en Corrientes y Callao. Y hay quienes consideran muy alto el precio de las habitaciones del centro y prefiere vivir en Flores o Liniers, donde su comunidad es muy grande. Algunos están pensando en vivir en La Plata, pero, por ahora, siguen con sus viajes diarios en micro.
"A veces no nos conocemos, pero nos juntamos por los gastos", cuenta Mamadou a Diagonales, un senegalés que plantó su puesto en avenida 7 entre 46 y 47. Y explica la razón por la que a todos se los ve con su bijuoterí para ofrecer en la calle. Compran al por mayor, grandes cantidades, y luego la reparten. "Nadie te da nada", dice Mamadou. Y explica que cada quien elije cómo vender, hay quien se siente mejor en un puesto fijo y se instala en alguna vereda. Y quienes prefieren caminar, porque así es como a ellos les resulta mejor la venta.

UNA HISTORIA. Mamadou Bathily tiene 30 años, llegó a Argentina hace catorce meses y aunque asegura que las ventas no son malas, lejos está de poder cumplir con el sueño de la casa propia. Le alcanza para ayudar a su familia en Senegal, a la que le manda dinero cada dos meses.
A diferencia de la mayoría de sus compañeros, que viven hacinados en pensiones, él fue recibido por una familia porteña. "Fui integrado. Conocí a una señora y luego a su hija y ahora vivo con ellos hace unos meses. Me integraron a su familia", dice Mamadou, que tuvo un hijo con la hija de la señora que conoció en Buenos Aires y hoy, si no está en su puesto, está con su futura esposa, Débora Trinidad, y su pequeña hija Jazmín, recién nacida. O recorriendo oficinas porteñas para apurar los trámites que le permitan casarse y obtener la doble ciudadanía.
Hace poco más de un año, Mamadou partió de Dakar rumbo a Fortaleza, en Brasil, donde lo recibió un grupo de senegaleses y brasileros que trabajan juntos para estafar a los africanos que llegan a Sudamérica con la esperanza de una vida mejor. Pasó una noche en Fortaleza y viajó en micro a San Pablo.
En la gran urbe de 18 millones de habitantes pasó otras dos noches, apenas suficiente para descansar un poco, acomodar sus cosas y asearse para continuar el viaje. Los guías le cobraron 220 reales -equivalentes a 100 dólares-, por las dos noches de estadía y lo llevaron hasta la estación de micros para que pudiera seguir rumbo a Uruguayana, en la frontera con Argentina. Luego, pasó los controles fronterizos por su cuenta, con la visa de turista que le dio la embajada de Brasil en Senegal. Mercosur.
Dice Mamadou que no sabe cuántos senegaleses hay en Argentina, pero asegura que llegan uno o dos por día. "Ningún africano puede decir cuántos somos. Es muy difícil hacer un diagnóstico. Sólo la Dirección de Inmigración podría hacerlo", dice Mamadou. Y asegura que las razones para cruzar el océano hacia América Latina son económicas y políticas: "los gobernantes no cumplen las promesas (pre) electorales", dice Mamadou. Pobre Mamadou.
El joven senegalés viene de una familia numerosa. Tiene 8 hermanos. Y aunque es originario de la provincia de Tambacounda, que posee la densidad más baja de población, vivía en una casa con unas 40 personas.
Su papá tiene tres mujeres. Todas viven en la misma casa, que también comparten con una tía y un tío de Mamadou. En total, unas 40 personas compartían la casa. “Mi papá tiene 36 hijos. Y no es fácil mantenerlos a todos. Cada uno se las tiene que rebuscar a su manera”, dice Mamadou, cuyos dos hermanos mayores también emigraron, uno vive en Suiza y el otro en China. Una vez por mes, ellos mandan dinero para ayudar a su familia, mientras que Mamadou puede hacerlo cada 60 días.
Como muchos argentinos que partieron con rumbo europeo durante la década del ‘90 y aún no volvieron, Mamadou llegó a cursar Abogacía. "No sé cómo es acá, pero allá se estudia en tres años y yo ya había hecho dos", explica.
- ¿Por qué vino si ya estaba por convertirse en un profesional?
- Uno deja el currículum en todos lados, pero nadie lo llama. No te dan trabajo.
- ¿Otros jóvenes dejan sus estudios para viajar?
- Tengo compañeros de la facultad que vinieron a Argentina a trabajar. Los estudiantes viajan para hacer cualquier cosa. Para mejorar.
- Pero se van a Europa…
- Sí. Hay africanos en todo el mundo: en Francia, Alemania, Suiza, Italia, España…
- ¿Quién les dijo que en Argentina iban a estar mejor?
- Los primeros senegaleses en venir. Hace tres años. Y los senegaleses que están en Brasil. Hacen propaganda para que vengas a Argentina, dicen que en unos años uno se puede comprar una casa. No se trabaja mal, pero lo que dicen no es cierto, se exagera mucho.

Sin lugar al que acudir en busca de ayuda
De los 54 países africanos, apenas 6 tiene representación diplomática en Argentina: Congo, Egipto, Nigeria, Marruecos, Tunez y Sudáfrica.
Senegal tiene embajada en Brasil, donde opera el grupo que promociona los viajes a Sudamérica.
Al poco tiempo de estar en Argentina, los senegaleses se quedan sin un sitio al que acudir para renovar sus pasaportes. Conseguir una radicación en Argentina es prácticamente imposible para cualquier senegalés.
- Mucha gente me pregunta si nuestra embajada nos ayuda, pero sólo Nigeria y Sudáfrica tienen embajada en Argentina-, explica Mamadou a Diagonales.
- Otros países tienen consulados
- Sí, pero Senegal no. Por eso los senegaleses en Argentina vamos a nuclearnos para pedir que se instale en Buenos Aires una embajada. O al menos un consulado. Ahora, para hacer un trámite hay que ir a Brasil.
En Dakar, los senegaleses consiguen la VISA para viajar como turistas a Brasil. Y por el Mercosur pueden pasar luego a Argentina.
Los senegaleses que viajan a Sudamérica están viviendo su primera experiencia como inmigrantes. No vienen de Europa, sino de la propia Senegal, generalmente ayudados por algún miembro de su familia que emigró primero y puede enviarle dinero para pagar el pasaje aéreo. Un boleto en avión de Dakar a Fortaleza, en Brasil, cuesta unos 1.800 dólares.

diversidad étnica
En Senegal hay una gran diversidad étnica. Hay Wolofs (43,3%), Peuls (23,8%), Sérères (14,7%), Diolas (3,7%), Malinkés (3,0%), Soninkés (1,1%) y algunas etnias menos numerosas y más locales.
Además, viven en el país unos 50.000 europeos, la mayoría franceses y libaneses, presentes en el medio urbano. El francés es la lengua oficial pero sólo es utilizada de forma corriente por una minoría.

Breve historia
Senegal es un país ubicado al sur del río Senegal, en el África occidental. Limita al oeste con el Océano Atlántico, con Mauritania hacia el norte, con Malí hacia el este y en conjunto con Guinea (Guinea- Conakry) y Guinea-Bissau hacia el sur.
Portugal, los Países Bajos e Inglaterra trataron de dominar la zona desde el siglo XV. Pero fue Francia la que se quedó con su posesión y la operación del puerto: un importante punto de partida del comercio de esclavos.
Hasta que Francia abolió la esclavitud, en 1848, sólo se buscaba en sus aldeas del interior esclavos a los que secuestrar. En los años siguientes, los franceses comenzaron a expandirse en el propio territorio senegalés. El país logró su independencia en 1960.
Al ver el mapa de Senegal, hay una rareza. Y es que tiene otro país adentro. Se trata de la República de Gambia, una nación que se desarrolló alrededor del río Gambia. A diferencia de Senegal, era una colonia del Imperio Británico y logró su Independiencia en 1965.

La casa de los esclavos
La Isla de Gorée, descubierta en 1444, tuvo durante más de tres siglos el más importante puerto de esclavos con destino a Estados Unidos, el Caribe y Brasil, por lo que en 1978 la UNESCO la declaró Patrimonio de la Humanidad.
En sus 17 hectáreas se construyó, en 1536, la primera Casa de esclavos. Este tipo de construcciones, que luego se desarrollaron por toda la isla, incluían una sala para hombres, una para recuperar peso, una para mujeres, otra para mujeres jóvenes y una para niños.
La casa que aún se mantiene, convertida en museo, fue construida por un arquitecto holandés en 1776, y permite advertir que su constructor tuvo especial cuidado en que el llanto de los chicos no llegara a oídos de sus madres, para evitar que el sufrimiento perjudicara su estado de salud. Los esclavos eran exhibidos en unas escalinatas, frente a las que mercaderes y tratantes discutían el precio. Las mujeres tenían un valor mayor que los hombres, aunque se tenía en cuenta la salud y la dentadura.
Una vez elegidos, se los trasladaba a "El lugar de donde no se regresa", un túnel que dejaba ver el mar y el celeste del cielo al final de su recorrido. Las familias tenían en el pasillo la última posibilidad de verse, antes de ser trasladados a diferentes lugares. Rumbo a los barcos en pequeños botes, los enfermos y débiles eran lanzados al mar infesto de tiburones, durante una última “limpieza”.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena nota Miguel!!
Pobre Mamadou!

cariños

Santi Asef

No Publicable dijo...

Gracias Santiago!
Una estudiante de cine nacida en Perú y radicada en Buenos Aires se comunicó conmigo para pedirme datos y poder dar con Mamadou.
Me dijo que quiere filmar un documental sobre el tema y el blog nos puso en contacto.

david dijo...

hola lei la nota me impacto y me lleno de preguntas, soy de mendoza y estoy mensajeando con una chica de senegal hace un tiempo ella quiere salir de su pais y yo la quiero ayudar. habra alguien con quien pueda verificar datos para mi tranquilidad? gracias

No Publicable dijo...

Hola David! Qué complicado. La verdad es que no tengo idea, pero escribime a nopublicable@gmail.com y te pongo en contacto con Gabriela (la directora de cine que está trabajando sobre los senegaleses en Buenos Aires) y con Mamadou. Tal vez ellos te puedan ayudar.

david dijo...

hola yo nuevamente gracias pero vos sabes que estuve averiguando y se trat de un fraude de una chica que se hace pasar por refugiada que le mataron a los padres y que tiene mucha plata hasta que te sacan el n^ de cta bancaria y chau es todo mentira quien le llegue un e-mail asi no le de importancia es un fraude porfavor divulgenlo gracias

Anónimo dijo...

Miguel:

La nota es excelente, esperemos que
Obama presidiendo el congreso de los países africanos, asista a esos desesperados pueblos que injustamente viven en la más desesperante miseria.

Cora Roca

Leonardo dijo...

David cunado puesdas comunicate conmigo: lomleon@hotmail.com

Manuel dijo...

Hola! Mi nombre es Manuel, recibí un mail en el cuál una chica refugiada en Senegal pedía fuera su fiduciario. Que recibiera en mi cuenta su dinero y tramitara los papeles para venir a Argentina.
Estube viendo en internet y dí con un comentario en tu blog en el cual David relata la misma característica que estoy pasasando yo ahora.
Miguel, vos sabés algo de está onda?
A mí me pasó lo mismo que a David, sentí compasión por la chica y dude mucho hasta que decidí ayudarla. Primero inicié los trámites para abrir una cuenta. Hasta donde entendí no podía correr riesgos por ser socio/inversor , que es lo que me pide esta chica, y comencé a buscar por internet y dí con estos datos..
Miguel te agradeceré eternamente me informes lo que sabés al respecto
no quiero joder a nadie ni que me jodan a mí.
Si algo me movió a "engancharme" con esta minita además de que está muy linda, y dice tener plata.. ja ja ( los hombres caemos por las mujeres y la guita!) es porque sé qué se siente estar en un centro de refugiados aguardando tu hora..
pues, estube detenido en "barranco seco" en gran canaria y me deportaron para acá , argentina. Estube en "el pabellón sudaka" con un brazilero ,dos bolivianos y un pibe del congo "conguito" despues estaba el "pabellón moro" (todos marroquís sajarahui) y el "pabellón africano" de africanos . Hice amistad y por supuesto son gente.
Ahora de vuelta en casa, valoro la vida y mi país y sé por experiencia que el mejor reino,
el mejor país , es la conciencia de que todos somos uno.
La mafia existe. y el capitalismo es antropófago.
Hoy , sábado intenté hablar con esta chica. Estaba preocupado porque después que le dije (vía mail y traducido por babylon )que tenía que esperar hasta comienzos de diciembre para tramitar algo pues no tengo cuenta bancaria, dejó de responder mails..
Al hablar (3.40 $ el minuto a dakar..) no se entendía nada , muy bajito y mi inglés es re-chacal!. Lo que más me sorprendió es su voz tan triste! Ok, man , no te enrosco más perdoná y decime lo que sepas.

No Publicable dijo...

uhh no sé qué decirte. Pienso lo mismo que vos, pero creo que hay que comprometerse y pelear más cerquita. Algo acá nomás, digo, con el vecino, los cartoneros, los que duermen en la calle... uh... es que nuestra solidaridad es proporcional a los kilómetros que nos separan del conflicto, según me dijeron alguna vez... ni idea... y lo otro es que no se puede ayudar si uno cree que va camino a un engaño, a una estafa... no sé... da para pensar.
Un abrazo,
Miguel

Anónimo dijo...

Hola muchachos soy argentino de la ciudad de Dolores Pcia de Bs As sali de alli en 2002 hacia España donde oficialmente vivo. Desde el 2006 soy el Técnico País expatriado de una ONG catalana y trabajo en Senegal a 80 Km de Dakar en varios proyectos sanitarios, niños de la calle "Talibés" educación, etc. Si necesitan datos o ayuda cuenten conmigo porque luego de 4 trabajando en cooperación internacional para el desarrollo puedo darles datos útiles.