"La gente cree estar plenamente informada sin haberse aproximado siquiera a una sola idea que contradiga sus prejuicios", Bill Keller.

29 de septiembre de 2010

Por una cabeza II

Mientras que en las tribunas los apostadores vivían ayer una jornada más, con la misma agitación de siempre, emocionados cuando los caballos estaban a metros de cruzar el disco, en las oficinas del hipódromo de La Plata todo era nerviosismo. “Estoy trabajando en la investigación sumaria”, dijo a Diagonales el administrador general del Hipódromo de La Plata, Luis Capellini, agotado, durante un alto en la reunión que lo tenía encerrado en su oficina, con abogados y contadores, mientras crecían, se multiplicaban y mutaban como un novedoso virus los rumores sobre una monumental defraudación a Loterías y Casinos de la Provincia de Buenos Aires.
La causa judicial, en tanto, pasará hoy de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 1, a cargo de Ana Medina, a la UFI Nº 8, de Investigaciones Complejas, con la carátula de “defraudación al fisco”, sin imputados, pero con declaraciones testimoniales que podrían ayudar a develar un fraude.
¿Qué es lo que pasaba en el hipódromo? Lo único concreto es que hubo un faltante de dinero. Se hablaba ayer de 1.200.000 pesos, aunque los resultados oficiales del arqueo que los peritos de la policía realizaban con los contadores de la Lotería bonaerense no fueron dados a conocer de manera oficial. Se sospecha, además, que el faltante fue denunciado como un hurto para esconder una maniobra ilícita que quedó al descubierto durante una inspección de rutina que, sin embargo, fue sorpresiva para las autoridades debido a que se adelantó un día. Hasta ahora, siempre se habían hecho los días 28 y este mes se hizo el lunes 27, lo que dejó al descubierto el faltante.
Las sospechas indican que, por alguna razón que aún no está acreditada en la causa, alguien del hipódromo retiraba dinero que se guardaba en la tesorería y lo usaba para alguna cosa. El día 28, cuando la Contaduría General de la Provincia se presentaba a realizar el arqueo, el dinero estaba en su lugar.
Según versiones periodísticas, el tesorero Diego Miranda se habría autoincriminado durante su declaración testimonial ante la policía, pero, en tal caso, su testimonio carecería de validez porque no fue realizado con el patrocinio de un abogado ni ante la autoridad judicial competente.
En tanto, diez millones de versiones y rumores corrieron más rápido que el mismísimo Russell Baze, el jockey canadiense más ganador en la historia del turf, en diferentes ámbitos relacionados con ese deporte.
Mientras que el lunes dijo a los medios que el faltante había sido descubierto “a simple vista por el personal de tesorería cuando abrió el tesoro”, Capellini habló ayer con la agencia Télam a la que indicó: “Mensualmente, un organismo como la Contaduría General de la Provincia realiza el arqueo de la tesorería y acá nunca se había detectado un faltante de dinero”.
Con la nueva explicación de la máxima autoridad del hipódromo, que el lunes no mencionó ni una sola vez el arqueo realizado por la Contaduría General de la Provincia, las sospechas, alimentadas en base a fuentes policiales, se centraron en la posibilidad de una maniobra que se realizaría desde hace mucho tiempo.
Según las fuentes judiciales, está claro que no hubo robo ni hurto, sino que se trató de una defraudación.
Lo que no se sabe es quiénes eran los responsables ni cuál era la maniobra para la que se retiraba el dinero, que figuraba en los papeles pero andaba dando vueltas, en manos misteriosas.

Antes, los números daban
El administrador general del hipódromo, Luis Capellini, afirmó ayer que “los números daban bien” en las cuentas de la institución: “Lo que es obvio es que se intentó encubrir en la figura de un hurto o un robo un faltante de dinero que debía haberse venido sustrayendo de alguna manera a través de un período de tiempo, es decir que en verdad cuando se habla de defraudación al fisco, yo también soy parte de la entidad defraudada”.
A diferencia del lunes, Capellini no estaba ayer tan seguro de que lo robado sea menor a los 200 mil pesos y reconoció que “en la caja fuerte estaba el dinero de la recaudación del hipódromo del domingo, lo recaudado en las máquinas ‘venta pago’, el dinero de lo que el hipódromo recauda como agencia del hipódromo de Palermo y de San Isidro, que había jugado el viernes y sábado, y parte de la recaudación de la carrera del jueves”.
Según todas las fuentes, faltaban los fajos con los billetes de 100 y 50 pesos y habían quedado los de 20 y 10 pesos.

En una versión
Entre las versiones, se mencionó ayer que los sindicatos de empleados mensuales y por reunión, que conducen Omar Alegre y el concejal Enrique Capparelli, retiraban la plata de la recaudación para brindar préstamos. “Es posible que alguien con mala intención esté haciendo correr esa infamia, pero estoy tranquilo porque es totalmente falso e infundado”, dijo Alegre.

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