"La gente cree estar plenamente informada sin haberse aproximado siquiera a una sola idea que contradiga sus prejuicios", Bill Keller.

30 de julio de 2008

Mara

El temblor que se sintió en Los Angeles fue muy impactante para mí. Estaba en la oficina, en el quinto y último piso de un edificio de oficinas de Beverly Hills, trabajando con una compañera que vino de Rusia. Aunque hace 11 años que vivo en California y hace tres que trabajo en estas mismas oficinas, lo que ocurrió ayer al mediodía me dio miedo de verdad.
Ya a las 3 de la madrugada sentí el primer temblor. Llegaba a casa de un bar y me fui a dormir despreocupada.
A las 11.42, Daria y yo estábamos en la oficina cuando sentimos un pequeño temblor. Nos miramos. A los dos segundos sentimos otro. Más fuerte. Y de pronto todo el edificio empezó a temblar. Gritamos: "tiemblaaaaaaaaaaaaaa. Lets go. Vámonos. Lets go. Lets go".
Cuando llegué a Los Angeles, en 1997, mis amigas me prepararon para un terremoto. Me recomendaron que tuviera preparada una mochila con una muda de ropa y un par de zapatillas, además de alguna botella de agua que pudiera llevarme. Tenía una amiga que todos los días se preparaba para una tragedia. Una vez, en todos estos años, sentí un temblor fuerte y empecé a evacuar el departamento, aunque a mitad de camino volví a mi casa, porque había pasado.
Ayer, en cambio, realmente me asusté. Dicen que en el Downtown, a media hora de Beverly Hills, el terremoto fue más fuerte y hubo algunos edificios de oficinas evacuados, pero en nuestro caso, mi amiga Daria y yo fuimos las únicas en salir corriendo.
Tal vez el hecho de estar en un quinto piso nos hizo asustar un poco más. Nosotras corrimos a la terraza, en lugar de bajar los cinco pisos a la calle. No sabemos ni siquiera porqué, subimos las escaleras hasta la terraza, apenas un piso. Nos pareció el lugar más seguro. Ahora que lo pienso, lo único que queríamos era no tener nada arriba.
Algún escándalo tuvimos que haber hecho, porque la abogada que trabaja en la oficina pegada a la nuestra nos preguntó si era nuestro primer temblor, buena onda, divertida. La verdad es que no entiendo cómo se quedó tan piola. Calcularon que el terremoto fue de 5,4 en la escala de Richter. Y se sabe que el temblor más fuerte de los últimos años, que rajó edificios antiguos y casas al este de Los Angeles, fue de una magnitud de 5,9 grados, en 1987.
Por suerte, Daria y yo nos entendemos. Y ya sabemos. Aunque los yanquis se queden en el molde, nosotras corremos.

Mara Graziano vive en Los Angeles desde hace 11 años.

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