"La gente cree estar plenamente informada sin haberse aproximado siquiera a una sola idea que contradiga sus prejuicios", Bill Keller.

12 de septiembre de 2001

Torres gemelas

Cuando la ficción se hizo realidad

Y una mañana la muerte se apoderó de Nueva York. Algunos pocos eligieron un salto al vacío. Sus cadáveres se incrustaban en el piso. En el infierno vieron gente a la que se le salía la piel. No hay certeza sobre la cantidad de muertos, pero los números de víctimas van a ser extraordinariamente altos. El desolador panorama sólo se explicaba con las declaraciones oficiales: “Teníamos muchas hipótesis, menos un ataque aéreo a la ciudad de Nueva York”. Para los bomberos la ciudad “parece una zona de guerra, tenemos que tratarla como tal...”

Por Miguel Graziano

La gente está corriendo por las calles. La gente está en pánico. Suenan sirenas por todas partes. Todos corren para alejarse de las dos moles de 110 pisos que se incendian. Hay un humo denso, todos se tapan la nariz y la boca. La policía trata de alejar a los curiosos. Apocalipsis ahora.

Pasaron apenas unos minutos de las 9 de la mañana en Nueva York y un episodio propio de la ciencia ficción sacude al mundo, que por primera vez observa por TV cómo un avión de pasajeros se estrella contra un edificio.

Por primera vez un atentado terrorista es visto en vivo y en directo. Nada más y nada menos que las Torres Gemelas del World Trade Center son su blanco, con sus 50.000 trabajadores y sus 150.000 visitantes diarios. Ubicadas en el corazón del mundo económico, eran el simbólico monumento al progreso estadounidense.

Parece que hay cientos de personas en las calles. “No hubo alarmas”, dicen los sobrevivientes: “simplemente se escucharon estas explosiones”. Y todos están con miedo de que haya más... “Es un pandemónium aquí”, dicen las voces latinas por los canales de televisión.

Los cronistas hablan de “la crueldad de utilizar vuelos regulares para hacer blanco en edificios civiles... con miles de muertos...”. Los números de víctimas van a ser extraordinariamente altos... “Por Dios ¿Cuántos muertos habrá?” se preguntan...

Se sabe: dos aviones se estrellaron contra las dos torres. No pudo tratarse de un accidente. Los 18 minutos de diferencia cronometrados entre uno y otro impacto mostraron por TV la vulnerabilidad de la primer potencia, la vulnerabilidad de todos, lo que puede hacer un grupo de terroristas.

Así lo describió William Rodríguez: “Lo que vi fue terrible, gente incrustada en el piso... El oficial de bomberos me dijo en el piso 39, donde ayudábamos a la gente a salir, que bajara. Me salvó la vida, pero él no pudo salir... Primero escuchamos una explosión terrible y luego vimos aparecer un hombre con toda la piel colgando. De inmediato el sistema antiincendios comenzó a tirar agua y comenzó a inundarse todo. Cuando salí vi cuerpos incrustados en el piso, era gente que intentó salvarse saltando al vacío”.

Rodríguez no pudo acatar la orden de la policía. “Nos gritaban que no miremos hacia atrás, pero yo no pude y vi decenas de personas incrustadas en el piso. Entonces con tres bomberos nos refugiamos bajo un camión de bomberos y la torre se cayó, los escombros taparon el camión y nos salvamos”, explicó.

“Cuando bajé por última vez ya el hotel Marriot no estaba más”, siguió Rodríguez, “se había derrumbado por completo y allí había mucha gente”.

Mientras Rodríguez salvaba su vida de milagro, el presidente George Bush leía un cuento a los niños de una escuela de Florida. Fue interrumpido. Bajó apenas la cabeza y prestó su oído a un asesor que lo puso al tanto de lo ocurrido en Nueva York. Unos minutos después hablaba para la TV.

9.26 horas. Bush dijo que el impacto de dos aviones contra las torres gemelas es “una tragedia nacional” y que se trató de “un aparente ataque terrorista a nuestro país... Quiero que se unan a mí en este momento... que Dios bendiga a las víctimas”, añadió. Y pidió un minuto de silencio... Aunque todos gritaban en N.Y.

La TV repitió entonces por centésima vez el impacto del segundo de los aviones contra la Torre Sur, pero pronto interrumpió la transmisión para informar sobre otro atentado: evacuan la Casa Blanca. Otro avión cayó sobre el Pentágono.

Apenas habían pasado 44 minutos de las 9 de la mañana en Nueva York y la CNN daba cuenta del incendio en el Pentágono. El corazón de la Defensa norteamericana herido. El símbolo de la seguridad mundial lastimado en su corazón.

“No es sólo otro capítulo en la historia del mundo que se abre, es otro libro...”, dijo el ex canciller Dante Caputo en alguna radio porteña, seguramente consternado por las imágenes que le presentaba la TV y los imprevisibles sucesos.

“Todo está muy desorganizado. Vemos bomberos y oficiales de policía tratando de organizar el tránsito”, contó el periodista Nelson Castro para Todo Noticias y La Red, que se disputaban su voz. El conductor de radio y televisión estaba a 25 cuadras de las Torres y daba un panorama desolador que sólo se explicaba con las primeras declaraciones de los voceros de la Casa Blanca: “Teníamos muchas hipótesis, menos un ataque aéreo a la ciudad de Nueva York...”.

-No recuerdo que hubiera llamada de emergencia, todo el mundo tomó sus identificaciones y salió corriendo –dijo un sobreviviente.
-¿Piensa que pudo salir la mayoría de la gente antes de que el segundo avión se estrellara? -preguntó el cronista.
-Tengo entendido que pudo salir la mayoría -dijo el hombre.

Pero todo era una incógnita. Estados Unidos entraba en alerta. El reloj marcaba las 9.58 cuando la presentadora de noticias de una de las cadenas americanas se desmayó. Era apenas una muestra del pánico que había en las calles, en el mundo ante cuyos ojos se derrumbaban las Torres Gemelas.

Una mujer cubierta en polvo blanco trata de alejarse de la tragedia; la parte baja de Manhatan está cubierta de polvo blanco. La ciudad está cubierta y sólo una enorme nube se ve desde el mar.

Y dicen quienes la rescatan: “Veo algo que no podíamos haber imaginado nunca. La peor pesadilla. Las pérdidas de vidas son impresionantes... sé que hay unas 50.000 personas que trabajan en las torres, todas las ambulancias están en el sitio. Tenemos planes para responder a un desastre, pero nadie, nadie podría pensar en un hecho de estas características. Todo el mundo está trabajando, esta parece una zona de guerra, tenemos que tratarla como tal...”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

fue algo terrible , recuerdo esa mañana que yo tenia turno en mi trabajo de seguridad cuando el viper de mi compañero anunciaba que un avion se habia estrellado con una de las torres, nos pusimos a meditar sobre los accidentes que causan grandes tragedias , cuando a los pocos minutos se anuncia que un segundo avion choca con la otra torre, aunque estabamos en un pais lejano ,(honduras) miramos al cielo como tratando de divisar algun avion o creendo que havia empezado la tercera guerra mundial,en mi corazon senti la tristeza por las victimas y la amargura contra estos inmundos y apestosos personajes basuras como son los terroristas