"La gente cree estar plenamente informada sin haberse aproximado siquiera a una sola idea que contradiga sus prejuicios", Bill Keller.

15 de abril de 2011

Escrachan al juez Piombo en la facultad de Derecho


“¿Piombo está? No está. ¡Entonces fuera! ¡Fuera! ¡Fuera Piombo fuera!”, cantaron los militantes de las organizaciones feministas de La Plata. Fue a las 16 de ayer, en la puerta del aula Nº 1 de la facultad de Derecho de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), donde el juez Horacio Daniel Piombo, de la Sala 1 del Tribunal de Casación de la provincia de Buenos Aires, debía comenzar su clase de Derecho Internacional Privado. No pudo ser, el lunes el profesor salía de su despacho en el edificio de 7 entre 56 y 57 cuando se tropezó en la escalera, por lo que está en reposo. “Ay ay ay, que risa que me da. Cuando Piombo vuelva a clases lo volvemos a escrachar”, advertían los jóvenes.
“Repudiamos el fallo que, apoyándose en argumentos discriminatorios hacia dos jóvenes, por ser mujeres y pobres, niega la existencia de las violaciones”, voceaba una chica por un megáfono, mientras sus compañeras y compañeros, a los que se sumaron universitarios de varios partidos y facultades, cantaban: “Como a (Ricardo) Barreda, les va a pasar: a donde vayan los iremos a buscar”.
En el lugar, la coordinadora Sandra Ayala Gamboa, cuyo nombre recuerda a la joven violada y asesinada en un edificio del Ministerio de Economía de 7 entre 45 y 46 en febrero de 2007, que organizó el escrache, repartió un volante contra la morigeración de la pena decidida por el juez: “Dix Piombo en su fallo ‘lo hecho por el encartado (el pastor Francisco Avalos), tener relaciones con mujeres que viven en comunidades en las que el nivel social acepta relaciones a edades muy bajas; que, además, poseían experiencia sexual –incluso en yacer con otros hombres– (…) no lo veo como algo moralmente edificante pero tampoco como un quehacer aberrante, repulsivo, que hiera la integridad sexual”.
En medio del griterío, María, vocera del grupo, explicó a Diagonales que el escrache surgió por el fallo en el que Piombo “redujo la pena a un pastor que había sido condenado en primera y segunda instancia por abusar de dos chicas de 14 y 16 años por ser jóvenes, mujeres y pobres, aunque pensamos que no es sólo este fallo, sino que se trata de un juez que tiene un historial de defensa de violadores y acusados por gatillo fácil; mientras que aumenta las penas cuando se trata de robos menores”. Según la militante, más allá del pedido de jury, presentado por el diputado Raúl Pérez por el mismo caso, “decisiones como la de este juez también tienen que tener un repudio social”.
Las voces de los militantes que cantaban en la puerta del aula impedía que el profesor adjunto pudiera dar clases, por lo que el docente, Bruno Tondini, decidió dejarlos entrar a que hablaran con los alumnos: “Todo bien, pero manifestate afuera”, dijo uno de los futuros abogados, aplaudido por sus compañeros, que preferían la clase de Piombo. “Estamos de acuerdo con vos”, insistió el estudiante, despectivo.
–¿No les interesa lo que dicen? –preguntó Diagonales.
–Sí, pero ya lo sabemos. Vinieron mil veces –respondió una chica.
Adelante, una militante tomó la palabra sin megáfono y trató de poner las cosas en su lugar:
–Ustedes saben que las mujeres somos cosificadas y la Justicia en lugar de investigar los delitos que nos tiene como víctimas los justifica. Los encubre –advirtió.

La FULP opina
La Federación Universitaria de La Plata repudió el fallo del juez de casación Horacio Daniel Piombo, titular de la cátedra de Derecho Internacional Privado de la facultad de Derecho de la UNLP, que beneficia a un imputado condenado por violaciones a niñas menores de edad, absolviéndolo del delito de corrupción de menores fundamentándose en prejuicios sobre las víctimas.

También en Mar del Plata
Dos colectivos feministas marplatenses también se presentaron al Consejo Superior de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP), a pedir un repudio a Piombo.

Foto: Matías Adhemar

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