
LA PLATA, 25 AGO.- La calle que en la ciudad de Azul lleva el nombre del general prusiano Friedrich Rauch podría ser rebautizada como Arbolito, el cacique Ranquel que le cortó la cabeza, de prosperar un proyecto presentado en el Concejo Deliberante que este domingo será comentado en el Salón Cultural por el periodista e historiador Osvaldo Bayer. Luego, el grupo que de rock folclórico Arbolito dará un concierto.
Mientras la comisión de homenaje del Concejo Deliberante local discute la posibilidad de sustituir el nombre del coronel alemán contratado por el presidente Bernardino Rivadavia (1780-1845), en 1826, para eliminar a los indios ranqueles que ocupaban las llanuras pampeanas; los ideólogos del proyecto se preparan para la visita de Bayer, quien a través de una nota adelantó algunos de los argumentos que presentará ante los vecinos.
“En historia no se puede mentir. Fue Rivadavia quien contrató al coronel prusiano Rauch para ´eliminar a los indios ranqueles´, como dice el decreto, sin siquiera indicar porqué había que eliminarlos. Se contrata a este militar europeo como mercenario. Es decir, el coronel Rauch no vino ´para defender a la Patria´ o proteger a los suyos. No, vino con un buen sueldo a una tierra desconocida para él, con una historia desconocida para él. Pero si se le pagaba bien, el venía, y vino. Su crueldad y su falta de motivo para realizar su tarea se comprueban muy bien en sus partes militares, los cuales pueden verse en el Archivo General de la Nación, en Buenos Aires”, escribió Bayer. Fernando Wilhelm, periodista que presentó el proyecto, confirmó la presencia de Bayer y la banda de rock folclórico Arbolito, que mezcla chacarera, huayno, saya, zamba, candombe, con rock y reggae y cuyo nombre, casualmente, fue tomado del libro Rebeldía y Esperanza, en el que Bayer cuenta la historia del cacique Ranquel. Bayer hablará a los vecinos de Azul sobre los partes militares de Rauch, escritos en su lengua materna, que son más que elocuentes sobre su tarea: “para ahorrar balas hoy hemos degollado a 27 ranqueles”, escribió alguna vez. Y en otro: “Los ranqueles no tienen salvación porque no poseen el sentido de la propiedad (privada)”. Según el periodista, “si los argentinos nos consideramos cristianos no podemos rendir pleitesía a un europeo con esos principios de crueldad y darle el nombre de nuestras calles y ciudades a personajes de esa calaña (...) tendríamos que avergonzarnos de haber contratado a un militar europeo para matar a nuestros pueblos originarios. Más cuando los estudiosos y escritores han señalado que los ranqueles eran pacíficos con los pobladores de origen europeo y criollo”. Y comparó: “Qué diferencia con San Martín que siempre cuando se refirió a los habitantes naturales de estas tierras escribía ´nuestros paisanos los indios´”. El proyecto podría despertar algún problema con el vecino distrito de Rauch, fundado en el sudeste bonaerense en 1876, a poco de iniciarse la Campaña del Desierto; aunque según Wilhelm poco y nada pasará si se sustituye el nombre de la calle azuleña. “Supongo que va a tener repercusión en el pueblo, pero por ahora ellos no se cuestionan el nombre del partido. No hay una suerte de masa crítica porque la gente no está enterada quién era Rauch”, explicó. Bayer no se quedará sin exigir que el partido vecino discuta su identidad. En su nota ya adelantó: “¿Por qué la ciudad de Rauch debe llevar el nombre de un genocida extranjero mercenario?”. Para proponer que lleve “el nombre acaso del primer maestro, del primer poeta o algunos de los bellos nombres con que los pueblos originarios llamaban a todos esos lugares de las extensas pampas”. En este caso, la propuesta es que la calle Rauch sea rebautizada con el nombre de Arbolito, el cacique Ranquel que emboscó al militar prusiano en el combate de Las Vizcacheras, le boleó el caballo y le cortó la cabeza. Los concejales creen que causaría problemas a los vecinos Azul – Descuidan el proyecto para cambiar el nombre de la calle Rauch por el de Arbolito LA PLATA, 14 AGO.- Aunque aseguran que hay “consenso ideológico” para que la calle que lleva el nombre del general prusiano Friedrich Rauch sea rebautizada como Arbolito, el cacique ranquel que le cortó la cabeza; el Concejo Deliberante de Azul aún no se apresta a discutir el proyecto, presentado por un periodista local. Quienes se oponen a la idea, aseguran que le generarán un problema a los vecinos. Cuando el debate salió a la luz, luego de la presentación del periodista Fernando Wilhelm, con el apoyo de Osvaldo Bayer, el presidente del bloque radical, Lindor Burgos, aseguró que “Rauch es indefendible”. Sin embargo, el proyecto de substituir el nombre del coronel alemán contratado por el presidente Bernardino Rivadavia (1780-1845), en 1826, para eliminar a los indios ranqueles que ocupaban las llanuras pampeanas, espera desde junio su tratamiento, sin más avances que “algunos contactos informales con los vecinos”, según reconoció Burgos hoy. Burgos aseguró que el tema es tratado en la comisión de homenaje del Concejo Deliberante azuleño, donde a pesar del “consenso ideológico” para motorizar el cambio de nombres, “hay ediles que tienen algunos reparos porque consideran que podría complicarle la vida a los vecinos, que tendrían que cambiar la dirección en su DNI (Documento Nacional de Identidad), entre otros trámites”. Según el presidente del bloque radical, los concejales estarían más conformes con ponerle el nombre de Arbolito a una “calle nueva, que tenga número. Ideológicamente no tenemos ningún problema, es tema es práctico, porque a veces genera inconvenientes”, insistió el edil. Wilhelm, por su parte, aseguró que hay en Azul pleno consenso para el trueque y justificó: “ya hubo otros cambios de nombres de calles, como el de Felix Uriburu por el del ex intendente Profesor Rubén de Paula, hace dos años; y el de Humberto Primo por Presidente Perón, poco antes”. El Concejo Deliberante sesiona hoy sin que el tema se encuentre en el orden del día, aunque es posible que sea tratado el 28 de agosto, la siguiente sesión ordinaria, sobre todo luego de que el 25, Osvaldo Bayer visite la ciudad junto al grupo de folcklore Arbolito, para insistir con el proyecto, que cuenta con el aval de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Artistas Unidos Azuleños, la Asociación de Docentes Universitarios de la UNICEN, y Marta Pignatelli de Catriel, descendiente de Cipriano Catriel. Cambiarían el nombre de la calle Rauch por el del cacique que le cortó la cabeza LA PLATA, 17 MAY 2006.- Las revisiones históricas llevaron a un periodista de Azul a presentar un proyecto de ordenanza para que los concejales locales estudien la posibilidad de cambiar el nombre de la calle bautizada con el apellido del militar prusiano Friedrich Rauch por la de Arbolito, el cacique ranquel que le cortó la cabeza. Rauch es, además, un distrito vecino. La iniciativa promovió una reunión de la Comisión de Homenaje del Concejo Deliberante, que recibió el testimonio de descendientes de los Catriel -cacique del lugar-, Marta Pignatelli de Catriel y el periodista Fernando Wilhelm, autor del proyecto que propone el cambio de nombres. Tras el encuentro, el presidente del bloque radical, Lindor Burgos, aseguró que “Rauch es indefendible”. Marta Catriel explicó a los ediles que reemplazar el nombre del militar prusiano para poner el del cacique ranquel “sería un acto de reparación para nuestro pueblo, tan corrido y olvidado a lo largo de la Historia”. Los descendientes aborígenes recordaron que el presidente Bernardino Rivadavia (1780-1845) contrató en 1826 al coronel alemán Friedrich Rauch para eliminar a los indios ranqueles que ocupaban las llanuras pampeanas. Los partes del militar, escritos en su lengua materna, son más que elocuentes sobre su tarea: “para ahorrar balas hoy hemos degollado a 27 ranqueles”, escribió alguna vez. Y en otro: “Los ranqueles no tienen salvación porque no poseen el sentido de la propiedad (privada)”. La vida de Rauch encontró el fin que parecía buscar. El cacique Arbolito lo emboscó en el combate de Las Vizcacheras, le boleó el caballo y le cortó la cabeza. Las crónicas de la época relatan que el militar prusiano tuvo las exequias más lujosas y que toda la alta sociedad de Buenos Aires lloró su muerte. En 1876, a poco de iniciarse la Campaña del Desierto, fue fundado en el sudeste bonaerense el partido de Rauch, que, justamente, limita con Azul al oeste; al norte con Las Flores, la noroeste con Pila, al sureste con Ayacucho y al sur con Tandil.La iniciativa de Wilhelm para cambiarle el nombre a la calle Rauch ya cuenta con la adhesión de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de Azul (A.P.D.H); el escritor y periodista Osvaldo Bayer; y la asociación que agrupa a los descendientes del cacique Cipriano Catriel de Azul.