Llamó por teléfono al mediodía y dijo ser un lector de Diagonales. Llamaba, afirmó, para hacer una crítica. De entrada nomás, el tipo tiró un dato contundente que corroboraba no sólo que se tratara de un lector sino que era uno de los buenos.
"Ustedes en algún momento tomaron la decisión de no poner la publicidad de casas de citas", dijo. Y claro, fue una sorpresa porque eso ocurrió en mayo de 2010 y no es una noticia nueva, por lo que el hombre se presentaba como un verdadero lector.
Sin embargo, siguió, “eso de levantar los clasificados es algo discutible, porque hay un montón de chicas que ejercen la prostitución por propia voluntad y ustedes le coartan la necesidad de publicitar su trabajo”, disparó.
Este cronista, que se quejaba habitualmente de los clasificados y festejó que fueran levantados, iba a empezar a decir que la explotación sexual y la prostitución son actos de violencia contra la dignidad humana cuando el lector le aclaró que su crítica era algo irónica, algo graciosa. Entonces, concedió el oído.
“Ahora… un diario como Diagonales, que tiene una clara tendencia progresista, cómo va a publicar la publicidad del PRO. Me pongo a leer como todos los días y me encuentro con una foto de De Narváez. Eso es peor que publicar la publicidad de las chicas que ejercen como meretrices”, se quejó.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario