"La gente cree estar plenamente informada sin haberse aproximado siquiera a una sola idea que contradiga sus prejuicios", Bill Keller.

19 de julio de 2011

Se vende sexo con eufemismos e insinuaciones en los clasificados


Se venció ayer el plazo para levantar avisos clasificados en el que se promovía el comercio sexual y que se popularizaron a través del diario Clarín como “rubro 59”. No se publicaron fotos en las que se ofrecían mujeres como mercancía ni avisos explícitos, pero quedaron algunos mensajes en otros rubros, como “masajes” y “contactos”.
De los cuatro diarios de La Plata, Diagonales es el único que no publicaba clasificados con oferta sexual por una decisión propia, mientras que El Día y El Plata los levantaron este fin de semana, al igual que el diario Hoy, aunque algunos avisos se filtraron.
Tampoco en los diarios porteños se publicaron los avisos en sus rubros habituales, pero la oficina de control que, bajo la órbita del Ministerio de Justicia, deberá revisar todos los clasificados, para investigar si cumplen con el decreto de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El Día y El Plata no publicaron ningún aviso que pudiera resultar ambiguo o en el que se ofreciera sexo con eufemismos o insinuaciones. En El Día, incluso, la única masajista que publicó tuvo que poner el número de su matrícula. En el diario Hoy, en tanto, aparecieron algunos avisos como masajes sospechosos que se ofrecían con “absoluta reserva”.

–Hola mi amor.
–Hola. Llamaba por el aviso.
–¿Querés que te diga los aranceles?
–Si.
–Los 10 minutos, 30...
–¿Preguntá de qué quiere? –la corrigió de muy mala manera la voz de un hombre.
–¿Querés saber de chica o de otra cosa? –preguntó la telefonista.
–De chica…
–Los 10 minutos 30 y la media hora 50. También tenés la hora a 80.
–¿Cuántas chicas hay?
–Tengo 7 señoritas muy lindas. ¿Te doy la dirección?

SIN AVISOS. Una prostituta ultra K con la que Diagonales ya habló hace una semana confirmó que no pudo publicar más avisos. “Tengo trayectoria, muchos clientes, siempre se habla de lo mejor y para mí la mejor propaganda va de boca en boca”", afirmó. Y describió: “La gente llama igual porque todavía le quedará algún diario viejo, pero lo más importante es tener buenas referencias. Los tacheros… si a vos te preguntan, dónde los vas a mandar: al mejor lugar. Y los mejores lugares son los mejores lugares”.
Luego de reconocer que la imposibilidad de publicar avisos la perjudicaba, atacó sin dudar a los tratantes de personas: “A los que comercian con las chicas hay que reventarlos. Las violan hasta por la nariz, las maltratan. A esos tipos hay que colgarlos de una plaza y cortarles las bolas con una Gillette para que se mueran desangrados”, afirmó.
Como utiliza el teléfono para trabajar y Diagonales iba a lucrar con su palabra sin pagar un peso, la conversación terminó en ese instante, aunque en buenos términos.
Adriana, una travesti de un privado platense, también tuvo que dejar de publicar. “No estamos publicando. El último aviso creo que fue el sábado, pero no estoy segura. Nosotras publicábamos en El Plata, pero ya no se puede. Lo que te puedo decir es que no me cobraron nada de más ni de menos”.
La demanda, para Adriana era normal: “Bajó el trabajo, pero tampoco es que nos quedamos sin clientes. Nosotras trabajamos por obra del Señor, no nos desesperamos. Nos molesta no poder publicar nuestros avisos, pero estamos en un lugar medianamente conocido… el problema será cuando nos mudemos… Todavía no hicimos ninguna movida, vamos a esperar a ver cómo se desarrolla la cosa”.
Al igual que el aviso que se pasó en uno de los matutinos platenses, en los diarios porteños también aparecieron algunos clasificados que ocultaban la intención de vender sexo. Algunas masajistas “exclusivas”, de “nivel real” o “sólo para caballero” parecían sospechosos, al igual que aquellos que ofrecían “masajes diferentes, sólo para hombres particulares”. El turno en un “privado” de Santa Fe y Uriburu, por ejemplo, era ofrecido a 170 pesos.

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