"La gente cree estar plenamente informada sin haberse aproximado siquiera a una sola idea que contradiga sus prejuicios", Bill Keller.

25 de septiembre de 2007

Apenas una factura servirá para certificar la residencia de los candidatos en Provincia

La fotocopia de una factura de luz, o cualquier otro servicio, y otra del Documento Nacional de Identidad (DNI) bastarán para que cualquier candidato a gobernador bonaerense certifique su residencia en el territorio provincial.
Así fue determinado por la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires, al dejar sin efecto ayer, las “Informaciones Sumarias” que ya había requerido y que eran las actuaciones judiciales básicas para acreditar un mínimo de 5 años de residencia en la provincia y poder ser candidato.
La suspensión de las actuaciones, dispuesta por los jueces Héctor Negri, Eduardo Benjamín Grimberg, Ana María Bourimborde, Eduardo Raul Gelser y Enrique Edgardo Vicio, fue denunciada por los apoderados del Proyecto Sur, quienes habían presentado la Información Sumaria nº 4316 para habilitar la candidatura de Luis Brunati, y ahora deben presentar las fotocopias.
“Resulta obvio que la sobreabundante Información Sumaria, emitida en el Juzgado de Paz Letrado de Moreno, dejaba muy desventajosamente colocados a otros candidatos a gobernador de Buenos Aires y la salida legal fue nivelar para abajo, pero con tan mala suerte que esto significó una nueva exigencia a Brunati. Presentar con urgencia en La Plata una fotocopia de una factura de luz y una fotocopia de su documento”, describieron fuentes del Proyecto Sur, que a nivel nacional lidera el cineasta Fernando Pino Solanas.
Con la documentación original, “quedaba absolutamente demostrada la residencia” de Brunati en Moreno “desde el año 1958”, debido a que contemplaba la presentación de “una numerosísima documentación probatoria”.
Sin embargo, ahora los apoderados de Proyecto Sur deberán acreditar la residencia del candidato mediante una fotocopia de una factura de luz o cualquier otro servicio y fotocopia de su DNI.
Fuentes cercanas al partido advirtieron que el acto es una maniobra para “convalidar judicialmente la aprobación de la candidatura de Daniel Scioli”. Y destacaron que se “veda la posibilidad de ser candidatos a quien no tenga facturas de servicios a su nombre”.

A 34 años de la muerte de José Ignacio Rucci: de la CIA a Montoneros


Mataron a Rucci. La noticia iba corriendo de boca en boca entre los hombres y mujeres del poder de la Argentina del 25 de septiembre de 1973. Dicen que Juan Domingo Perón lloró por primera vez en público cuándo se enteró y muchos, a izquierda y derecha, pensaron que lo había matado la CIA. Años después, el hecho fue reconocido por Montoneros y analizado como un gravísimo error político.
El cadáver del secretario general de la Confederación General del Trabajo, José Ignacio Rucci, había quedado tirado frente a su casa de calle Avellaneda al 2953, del barrio de Flores, en la Capital Federal; luego de un intenso tiroteo que duró unos 20 minutos.
“Lo de Rucci no se hizo para despertar la conciencia obrera: se hizo en la concepción de tirarle un cadáver a Perón sobre la mesa, para que equilibrase su juego político entre la derecha y la izquierda. Atención a esto. Lo que quiero decir es que eso no formó parte de una concepción política con relación a las masas, sino de una estrategia cupular: hay concepciones políticas con relación a la masa que, por cierto, conducen al acto equivocado”, describió, años después, el poeta y militante Juan Gelman.
Al parecer, el asesinato que iba a ser bautizado luego como “Operativo Traviatta”, por los 23 agujeros con que se promocionaba la galletita de agua y los 35 balazos contados en el cadáver del jefe sindicalista, fue parte de una estrategia política de una parte de la cúpula de montoneros, comandada por Julio Roqué, un líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) que en esos días recién se sumaba a la organización peronista.
Se supone que la idea de Roqué y el grupo de militantes que participó de la emboscada fue la de enviar un mensaje a tres meses de la masacre de Ezeiza, ocurrida el 20 de junio de 1973, durante el tan esperado regreso de Perón al país, luego de 18 años de exilio. Un evento que terminó con un enfrentamiento armado entre la izquierda y la derecha peronista por la cercanía a su máximo líder y la influencia en su reconquista del poder, en el que Rucci fue un privilegiado: era quien sostenía el paraguas que protegía a Perón de la lluvia.
Para los montoneros, Rucci era un símbolo de la CGT y de la derecha peronista, que había mantenido varios cruces con el sindicalismo de izquierda, representado por Agustín Tosco. "Rucci y sus discípulos son prisioneros por sus compromisos con los detentadores del poder, presos de la custodia que les presta el aparato policial; presos de una cárcel de la que jamás podrán salir: la de la claudicación, indignidad y participacionismo", había descripto Tosco.
Pero el crimen fue el gran error de Montoneros. Una realidad que iba a quedar demostrada el primero de mayo de 1974, cuando fue el propio Perón el que se refirió al asesinato y despreció a la organización política que lo había concretado, aunque aún no había reconocido de manera oficial el hecho:
“Compañeros: Hace hoy veintiún años que en este mismo balcón y con un día luminoso como el de hoy, hablé por última vez a los trabajadores argentinos. Fue entonces cuando les recomendé que ajustasen sus organizaciones, porque venían días difíciles. No me equivoqué ni en la apreciación de los días que venían ni en la calidad de la organización sindical, que se mantuvo a través de veinte años, pese a estos estúpidos que gritan”.
“Decía que a través de estos veinte años, las organizaciones sindicales se han mantenido inconmovibles, y hoy resulta que algunos imberbes pretenden tener más méritos que los que lucharon durante veinte años”.
“Por eso, compañeros, quiero que esta primera reunión del Día del Trabajador sea para rendir homenaje a esas organizaciones y a esos dirigentes sabios y prudentes que han mantenido su fuerza orgánica, y han visto caer a sus dirigentes asesinados, sin que todavía haya tronado el escarmiento”.

En 1997, Cirilo Perdía, líder de Montoneros, se refirió al crimen y a sus consecuencias. Aseguró que las balas que segaron la vida de Rucci “pudieron haber partido desde diferentes trincheras. Pero la mayor parte de las miradas apuntaron hacia nosotros. Más allá de quien haya sido el ejecutor material de este hecho, nosotros pagamos su costo político (...) Desde todo punto de vista la muerte de Rucci favoreció el avance de las políticas opuestas a nosotros (...) La actividad paramilitar del Estado contra nosotros encontró una excusa para fortalecer su accionar”.
La saga había sido abierta con la masacre de Ezeiza y tuvo su continuidad con los asesinatos selectivos de la Triple A y el golpe del 24 de marzo de 1976.

23 de septiembre de 2007

A los 82 años, se casa "por amor" con uno de 24

La redacción es de Mercedes Farías, el hallazgo me pertenece. La nota original es de la colega santafesina Loreley Duré, y la encontré en el diario Uno.





A los 82 años, se casa "por amor" con uno de 24
El amor no tiene edad, y para confirmarlo basta hablar con Adelfa Volpes de 82 años, que se casará con Reinaldo Waveqche de 24, a quien conoce desde que nació. La ceremonia se realizará este viernes en Santa Fe y culminará con una íntima reunión entre la pareja y los testigos de la boda.
“Lo nuestro nació en base al respeto y los momentos que compartimos. Yo lo conozco desde que nació, fui muy amiga de su madre y cuando ella falleció le dije a Reinaldo que se viniera a vivir conmigo (él tiene dos hermanos mayores que están casados y tienen sus propias familias). En ese momento era sólo un niño, tenía 15 años, pero desde el primer día de convivencia nos complementamos”, confió Adela a diario Uno de Santa Fe.
La futura esposa explicó que fue ella quien le propuso noviazgo al muchacho tras cuatro años de convivencia. Reinaldo contó que aceptó “con gusto” y el cariño de ambos “se afianzó de otra manera”.
Con respecto a los prejuicios que puede despertar este tipo de noviazgo, Adelfa es conciente de que la gente puede pensar mal, sin embargo, ella está convencida de que “para armar una pareja y plantear una relación madura no hay que tener tapujos con la edad”.
Reinaldo, por su parte se defiende de antemano de los comentarios que pueda llegar a despertar su casamiento: “Estoy seguro de que mucha gente creerá que sólo lo hago para quedarme con sus objetos materiales, pero no es así. Después de seis años de noviazgo y convivencia, el paso por el Registro Civil no cambiará para nada las cosas. No lo haremos por iglesia a pedido de la novia, que dice que se va a ver ridícula y que yo voy a quedar como muy pendejo”.
Adelfa aseguró que el cariño que existe entre ambos no cambiará con el matrimonio, sin embargo, considera necesario casarse: “Para mí el día es muy especial, es un sueño que está por concretarse. Por otro lado, sé que es un resguardo económico para Reinaldo, él sólo me tiene a mí y yo quiero que el día que falte, él pueda quedarse con mis cosas. Es sólo un asunto legal, pero queremos dejar todo en orden”.
El viernes, luego de la ceremonia, los recién casados compartirán un almuerzo con algunos amigos para celebrar la confirmación de su amor.